Un alimento ancestral de los mayas está llamando la atención del mundo sobre Nicaragua; se trata del cacao, era tan preciado por los antiguos Nicaraos que lo usaban como moneda; en tiempos de La Colonia se reservaba exclusivamente para la corona española y, ahora, los chocolateros europeos lo convierten en exquisitas delicias altamente preciadas. Un detonante para este “boom” fue el reciente reconocimiento de Nicaragua como productor de cacao fino por parte de la Organización Internacional del Cacao (ICCO), proceso impulsado por una delegación compuesta por MIFIC, INTA, MAG, MEFCCA, PRONICARAGUA, VECO Mesoamérica, Ritter Sport, Ingemann, Ethiquable, LWR, MLR, CANICACAO e IPADE, entre otras instituciones.
Crece interés de chocolateros internacionales en el cacao fino de Nicaragua
Crece interés de chocolateros internacionales en el cacao fino de Nicaragua
Premios y galardones impulsan la producción
Estas preciadas características ya eran conocidas por compañías como Ritter Sport, la cual ha establecido modelos de Negocios Inclusivos con organizaciones de pequeños productores como La Campesina, la que con el apoyo de VECO Mesoamérica ha logrado obtener relaciones transparentes de ganar-ganar.
Dos factores han sido claves para tener el deseado cacao fino: la genética proveniente de la mezcla de cacaos criollos endógenos con trinitarios y forasteros y, la fermentación, que realza el sabor a chocolate. Esto ha despertado el interés de más compradores europeos como Zotter, Belvas, Bonant y Daarnhouwer.
El primer Panel de Catación de Cacao en Nicaragua lo catalogó como cacao fino de aroma, la evaluación fue hecha por expertos de Inglaterra (www.seventypercent.com), Alemania, Ecuador y Nicaragua (COPRODI, 2012) y confirmado por panelistas de Estados Unidos en el evento Cacao de Excelencia (LWR, 2014).
Desafíos del cacao fino de aroma
Mantenerse con esta calificación de país no será fácil, en 2017, el Panel de Cacao Fino de ICCO revisará si Nicaragua mantiene sus excelentes características, para esto, hay varios retos por vencer: genética y su propagación, controlando clones que pueden afectar este estatus como el CCN51 (de pobre sabor y aroma); la vigilancia fitosanitaria para evitar el ingreso de enfermedades como la Escoba de Bruja (Moniliophthora perniciosa); desarrollar normativas de clasificación para la exportación y una partida arancelaria diferenciando el cacao fino del cacao corriente.
Otro de los retos es la articulación público - privada para adaptar servicios financieros y promover servicios no financieros para la producción orgánica, así como para los que usan buenas prácticas agrícolas, de fermentación y de manufactura y, finalmente, la creación de incentivos fiscales, ya que el cacao protege el medio ambiente y genera divisas.
Otros rasgos especiales del cacao de Nicaragua son su sabor afrutado, floral y a especias (CIRAD); lo que ha hecho que empresas que usan este grano sean merecedoras de premios en el “Salón Internacional de San Francisco 2010”, a través de Chocolates Momotombo; “Premio al Gran Sabor 2012”, por parte de Ingemann y “Premios de los Chocolates Europeos 2013-2015” (Ingemann).
La empresa Austriaca Zotter fue premiada por el chocolate Milchschoko labooko Nicaragua 50; Geor Bernardini lo catalogó como el mejor chocolate con leche del Mundo (Thomas Linshalm, Zotter, 2015). En los premios de la Excelencia realizados en el Salón de Chocolate en París en 2015, Nicaragua quedó entre los mejores 17 cacaos del mundo con una muestra enviada por Ingemann.
Líder centroamericano
Cifras de CENTREX indican que en 2014 se exportaron 3,839 toneladas, un 83% más que en 2013, lo que coloca a Nicaragua como líder cacaotero en Centroamérica. Esto también provocó el aumento en productores ya que de acuerdo a la Cámara Nicaragüense de Cacaoteros (CANICACAO), en el país hay alrededor de 11,000.
También las empresas que venden al mercado nacional están demandando grano fermentado para mejorar el sabor de sus productos, tal es el caso de agroindustrias como Eskimo, Parmalat y Café Soluble así como de chocolateros como Momotombo, Castillo del Cacao, Mussy y Museo del Cacao.
Estas grandes oportunidades requieren cambios en la visión de la familia cacaotera, en la organización del sector, el país y la región para alcanzar niveles aceptables de competitividad y posicionamiento.