La crisis climática está calentando rápidamente los lagos de todo el mundo incluyendo el tercer lago más grande de Nicaragua. La desaparación del lago Apanás amenaza los ecosistemas y medios de subsistencia de 25.000 familias en comunidades aledañas del lago y el acceso de alimentos de alrededor de 2 millones de personas de la ciudad cápital, Managua.
"Cuando las temperaturas oscilan de forma rápida y amplia, la vida en un lago puede cambiar drásticamente e incluso desparecer" expuso Agustín Moreira, agro meteorólogo del Centro Humboldt durante una reciente sesión virtual organizada por el grupo MASLAGO, donde abordó cómo la crisis climática estaria afectando este cuerpo de agua ubicado en el departamento de Jinotega.
Apanás, con un espejo de agua de 38 km2 es el hogar de una variedad de flora y fauna silvestre. Bordear el lago es mirar una secuencia entre verdes oscuros de árboles frondosos y verdes amarillentos de áreas de cultivos como el repollo (col) y la lechuga.
El lago es la fuente de trabajo de aproximadamente 3.500 caficultores y 3.000 pequeños agricultores de hortalizas que proveen el 60% de los vegetales de mayor consumo en las ciudades más grandes del país.
Mientras tanto el lago agoniza producto del cambio climático, la deforestación incontrolada y las prácticas agrícolas perjudiciales que han deteriorado el medio ambiente adyacente a tal punto que podría desaparecer en los próximos diez años debido a la sedimentación y la contaminación.
El cultivo de hortalizas, en particular, tiene un gran impacto en la calidad ambiental de la cuenca del lago debido a que usualmente se rompe el suelo, dejándolo expuesto y sujeto a la erosión durante todo el año.