Recorriendo Nicaragua, pedal a pedal

Recorriendo Nicaragua, pedal a pedal

01/12/2016

Ciclistas de Bélgica conocieron, de primera mano, cómo se benefician las familias campesinas con la cooperación de su país

Ni el calor, ni el polvo, ni la falta de sueño o el temor a las mordidas de perros detuvo la voluntad de hierro de 32 ciclistas belgas que durante una semana recorrieron Nicaragua. Para ellos fue satisfactorio que en varias comunidades la gente los ovacionaba, les esperaban con música o les regalaban muchas sonrisas; los niños se ponían en filas y extendían en sus manos mientras los ciclistas chocaban sus palmas con las de ellos en señal de amistad; también se tomaron muchísimos autorretratos o “selfies” con personas bien amigables, demostrando por qué Nicaragua se ha vuelto un atractivo turístico para aquellos que quieren ir más allá de un turismo de diversión o aventura, que desean ver de primera mano el impacto del apoyo de la cooperación belga.

La mayoría de carreras de ciclistas son de un día, aquí, tenemos 8 días recorriendo el país para conocer como VECO Mesoamérica invierte los fondos de la Cooperación de Bélgica y, al mismo tiempo, estas compartiendo con la gente.

Bert Wallyn, gestor de fondos de VREDESEILANDEN.

Esta actividad se ha hecho decenas de veces en varios continentes que cuentan con el apoyo de VECO, y es la sexta vez que se hace en Nicaragua, la carrera se llama: “VREDESEILANDEN Classics”.

Estos hombres de negocio fusionaron su pasión por el ciclismo con el deseo de ayudar al pueblo nicaragüense; durante meses, cada uno realizó actividades de recolección de fondos en Bélgica, tales como bailes, películas, sorteos y donaciones y, juntos, lograron recaudar casi cien mil Euros, donde un buen porcentaje será destinado a las actividades de VECO Mesoamérica en Nicaragua. Aun así, ellos fueron más allá, querían ver como VECO invierte los fondos para lograr una agricultura más sostenible.

El buen humor belga

Ninguno de los inconvenientes pudo quitarles el bueno humor del equipo, hubo mucha diversión, por ejemplo, en un lugar les tocó un hotel con pocas camas y tuvieron que compartir colchones, los que, además, eran muy pequeños para la estatura de ellos. Se inventaron la “camisa rosada”, la cual se turnan entre ellos, se hacen bromas entre ellos y armaron un grupo de Whatsapp denominado “Nicaragua” así como una página de Facebook, suben diariamente sus experiencias. Para ellos fue una experiencia muy gratificante. En promedio, están recorriendo 65 kilometros diarios.

Recuerdos imborrables

Estos ciclistas no reciben nada a cambio de su honorable labor, su recompensa es recorrer el país en bicicleta y apreciar la belleza de Nicaragua, pasar a la par de imponentes volcanes, ver la lava hirviente en el Parque Nacional de Masaya, pasear en medio de áreas verdes o ver las playas de arena volcánica.

Los Chocolates belgas son muy reconocidos a nivel mundial por su sabor y la suavidad con que se deshacen en la boca y, aunque no pudieron ir a ver las fincas cacaoteras, fue satisfactorio el ver cómo VECO Mesoamérica apoya a las familias rurales a que venden cacao fino o gourmet a empresas exportadoras como Ritter Sport (empresa chocolatera de Alemania), bajo modelos de negocios inclusivos, el cual va más allá que la Responsabilidad Social Empresarial.

No faltó uno que otro valiente de las comunidades que se pegó a la caravana por un rato; en verdad que los ciclistas se llevan una buena impresión de los nicaragüenses, el apoyo de Vannessa, Doña Mary, Miguel y Roberto, en la parte logística, fue excelente. Degustaron tanto arroz con frijoles que ya no les cabe más “gallo pinto”. Como emprendedores y hombres de negocios, sí se sintieron tristes de ver gente desocupada (sin empleo) así como niños que no podían ir a la escuela por tener que ayudar a sus padres en las actividades agrícolas.