En la actualidad el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), no cuenta con una política alimenticia clara en lo urbano y lo rural. El sistema alimentario está altamente concentrado en ciertos sectores, pues alrededor de cinco compañías que distribuyen los alimentos de mayor demanda, comparten gran parte de las ventas.
Esto representa un desafío para los pequeños productores, empresas pequeñas y para emprendedores por el aumento de la competencia, y la falta de certeza en la disposición de los supermercados a incluirlos, aunque existan regulaciones que motiven a hacerlo.
Frente a este reto, la municipalidad de Quito junto con más de 130 cuidades, firmó el Pacto de Milán el 15 de enero de 2016 en el cual se reconoce la necesidad de crear sistemas alimentarios sostenibles. Además este Pacto menciona la importancia que tienen los pequeños productores y el sector privado, ya que ambos proveen alimentos a las ciudades, y están en la capacidad de construir sistemas alimentarios más resilientes y justos, generando innovación y experiencia que sirva de referencia para otros territorios.