"Los que visitan mi finca siempre me dicen lo hermoso que es este paisaje", dice José María Torres, tratando de ocultar su orgullo. El agricultor y presidente de la cooperativa hortícola COOSMPROJIN no miente. Desde su propiedad de 3,5 hectáreas ubicada en una colina a 1.200 metros sobre el nivel del mar, se puede ver el lago Apanàs, el tercero más grande de Nicaragua, en un marco entre 50 tonos de verde.
En su "pequeña granja", como José la llama cariñosamente, hay aire fresco por todas partes. Su casa está construida con tablas de madera y se asienta en la parte más alta del terreno, rodeada de un pequeño bosque a un lado y de una parcela de col al otro. Desde la parcela se tiene una vista del lago, que es un depósito de agua artificial construido hace 55 años para generar electricidad. En 2001, la UNESCO declaró el lago sitio RAMSAR (un humedal de importancia internacional) para preservar su hábitat de biodiversidad.
Desafortunadamente, este hermoso paisaje está en peligro de desaparecer en los próximos 5 años debido a los altos niveles de deterioro ambiental a los que ha sido expuesto.