Quienes vivimos en ciudades a menudo idealizamos la vida en el campo. Imaginamos una vida sin preocupaciones, donde el tiempo pasa más despacio y donde "la tierra provee". Sin embargo, la realidad rara vez está a la altura de nuestras expectativas.
En los países latinoamericanos, miles de agricultores familiares viven por debajo del umbral de la pobreza. Los elevados niveles de hambre y malnutrición, la precariedad de las viviendas y los riesgos que entraña la agricultura en el campo desafían hoy al sector público y privado. Pero con las soluciones vienen nuevos enfoques, y uno de los que hoy están al centro del debate es el de ingresos dignos.
¿Qué es un ingreso digno? ¿Cómo se calcula? ¿Por qué ha cobrado importancia para gobiernos, agencias de cooperación y empresas en las últimas décadas? Hablamos con Stephanie Daniels, miembro de la Junta Directiva Internacional de Rikolto y Directora del Programa de Agricultura y Desarrollo del Sustainable Food Lab, uno de los coanfitriones de la Comunidad de Práctica de Ingresos Dignos.
Stephanie forma parte del equipo de facilitación del Grupo de Trabajo sobre Ingresos Dignos Prósperos de la Organización Internacional del Café (OIC), que se ha comprometido a trabajar para cerrar la brecha de ingresos en todos los países productores de café de la OIC. Perú ha sido un país líder en el grupo de trabajo y la organización internacional encargó un estudio de referencia sobre ingresos dignos, con financiación de la industria cafetera, para determinar el umbral de ingresos que permite a una familia cafetera vivir dignamente.
En Perú, Rikolto fue una de las organizaciones que vinculó el estudio tanto a las cooperativas agrícolas como a los espacios multiactor en Cajamarca, la mayor región cafetera del país. Stephanie comparte con nosotros el estado actual de los trabajos sobre el ingreso digno a nivel mundial, y las soluciones, inversiones y sinergias que ha recogido de las partes interesadas en Perú y en el mundo.