Gladys Umanzor, de 51 años, destaca por su liderazgo y capacidad de resiliencia. Ella dejó la máquina de coser (costura) para convertirse en productora de cacao y ahora directiva de la Asociación de Productores de Pico Bonito (ASOPROPIB) en la comunidad de Saladito, en San Francisco, Atlántida, Honduras.
La productora continuó el legado de su papá, el cultivo del cacao. Con la muerte de su padre, hace 20 años, Gladys cambió su oficio de costurera y asumió el reto de involucrarse en la producción de cacao en una parcela de 2 manzanas (1.3 hectáreas) con una plantación de más de 50 años al “sistema que había antes” indica.
Ella avanza en el proceso de renovar, con injertos de cacao, la plantación de más de medio siglo, poco productiva y sin manejo. “El primer presidente de asociación iba de niño a cortar cacao en esa plantación de mí papá”, dice entre risas Gladys.
La productora empezó a fortalecer sus conocimientos sobre el cultivo de cacao, aprender e implementar el distanciamiento adecuado, el manejo adecuado del cacao, y la renovación de plantaciones.