Los sistemas alimentarios tienen el potencial de nutrir la salud humana y apoyar la sostenibilidad ambiental; sin embargo, actualmente están amenazando a ambos. Proporcionar a una población mundial en crecimiento dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles es un reto inmediato: es necesario que se produzca una Gran Transformación Alimentaria.
El 16 de enero, la EAT-Lancet Commission, un grupo de 36 científicos líderes mundiales de todo el mundo, publicó un informe histórico sobre Alimentación, Planeta y Salud, en el que se discute esta Gran Transformación Alimentaria: "La forma en que se producen los alimentos, lo que se consume y cuánto se pierde o se desperdicia influyen en la salud de las personas y del planeta".
Según los científicos del estudio, esta transformación implica dos objetivos principales: producción sostenible y dietas más sanas. La Comisión EAT-Lancet describe una dieta planetaria, caracterizada por ser flexible y recomienda niveles de ingesta de varios grupos de alimentos que podemos adaptar a nuestra geografía local, tradiciones culinarias y preferencias personales. Al elegir esta dieta, podemos impulsar la demanda de los alimentos adecuados y enviar a los agricultores señales claras del mercado a lo largo de toda la cadena de valor de los alimentos.