“Quiero ver a los jóvenes convertirse en baristas, catadores, comercializadores y principalmente en líderes que sirvan como fuente de inspiración para otros jóvenes." Son las palabras de Paola Mercado, una boliviana que dirige el programa de VECO en Perú desde hace seis años atrás. En los últimos años ha venido trabajando con los y las jóvenes, los cuales se sienten comprometidos en construir su futuro en el sector café y cacao.
Trabajar con una nueva generación en el sector cafetalero y cacaotero en Perú
Trabajar con una nueva generación en el sector cafetalero y cacaotero en Perú
¿Paola, puedes contarnos un poco más, sobre lo que hace exactamente VECO en Perú?
Antes de responder a la pregunta, les quiero compartir una cifra sorprendente: la edad promedio de los miembros de las organizaciones de agricultores que nosotros apoyamos oscilan entre los 50 y 55 años. Como pueden observar, la edad promedio es muy alta. Por tal razón es muy difícil para los y las jóvenes de familias agrícolas ocupar el lugar que les corresponde en esas organizaciones. Por lo tanto, en el año 2011, hemos diseñado un plan con ellos, para que la próxima generación tenga más oportunidades en el sector del café y del cacao.
Reunimos a las y los agricultores de mayor edad con los jóvenes para reflexionar sobre el futuro. ¿Cómo ven el uno al otro? ¿Cómo la cooperativa puede mejorar la forma de trabajar con los y las jóvenes? Deben saber que la mayoría de los y las jóvenes en algún momento recibirán el mensaje de sus padres, diciéndoles que tienen que salir de casa. Que necesitan estudiar en la ciudad y que no deben quedarse en el campo.
Los padres no quieren que sus hijos sean agricultores como ellos. Ellos quieren un futuro mejor para sus hijos e hijas. Nuestro objetivo era descubrir por qué las familias piensan de esta manera; ¿por qué los padres no quieren que sus hijos sean agricultores?
En los primeros debates ya observamos que había un gran entusiasmo entre los y las jóvenes. Ellos querían ponerse a trabajar de inmediato, pero a veces sin darse cuenta que es necesario disponer de un capital inicial para poder desarrollar su propio negocio. Se debe tener en cuenta que los y las jóvenes son impacientes, ellos quieren ver los resultados inmediatamente. Entonces, con el fin de orientar a los jóvenes, decidimos organizar cursos de formación, donde los jóvenes aprendieron cómo desarrollar un negocio, cómo cultivar la tierra, cómo catar el café (es decir, evaluar la calidad del café) y cuál es la mejor manera de hacer un café delicioso. Este último puede parecer innecesario, pero realmente se necesitaba, ya que muchos jóvenes no toman café o solo toman café soluble importado. Esta formación les ayudó a lograr resultados a corto plazo. Después de esto algunos jóvenes comenzaron a trabajar realmente en la cooperativa, otros comenzaron a elaborar un plan de negocio y desarrollaron su propio emprendimiento.
Otro asunto importante a tomar en cuenta, es educar a los maestros de las escuelas y colegios, donde se ha podido observar que las mallas curriculares no mencionan casi nada sobre el café o el cacao! Y esto sucede mientras los niños crecen entre las plantaciones de sus familias. Por lo tanto, hemos iniciado una colaboración con tres escuelas, donde los profesores nos dijeron que incluso tienen una parcela de tierra donde cultivan café, pero que en realidad no se atreven a enseñar sobre el café. Esto debido a que sus estudiantes a menudo conocen mejor el tema del cultivo de café que los mismos profesores. Pero el conocimiento de los estudiantes frecuentemente se detiene en el campo. Entonces, animamos a los maestros a enseñar todo sobre el sector del café. ¿Cómo funciona la cadena de producción hacia el procesamiento, la exportación y el consumo? ¿Quién fija el precio? ¿Cómo funciona el mercado mundial? Esta cooperación con las escuelas, no siempre se lleva a cabo sin complicaciones, ya que existe mucha rotación en el personal de enseñanza (el gobierno de vez en cuando mueve profesores a otra escuela). Además, tuvimos la sensación que a veces nosotros mismos no teníamos la experticia necesaria para ir cambiando las mallas curriculares. Encontrar socios para realizar este proyecto de educación no siempre fue sencillo.
Un último aspecto importante de nuestro trabajo tiene que ver con la siguiente pregunta: "¿Cómo podemos crear un ambiente favorable que eleva las voces de los y las jóvenes y que les incluye en el sector del café y del cacao?" Por lo tanto, queremos capacitar a algunos jóvenes para entrar en diálogo con el gobierno y las empresas.
Debido a que trabajamos con tantos jóvenes, nos pusimos a pensar en algún momento con todo nuestro equipo si fuese necesario focalizar nuestro trabajo en este grupo meta tanto en Ecuador como en Perú y enfocar todas nuestras estrategias a los y las jóvenes.
En los próximos meses voy a continuar discutiendo y pensando sobre este enfoque potencial con algunos colegas. ¿Cómo podemos aún mejorar la colaboración con los y las jóvenes? ¿Cuáles son sus expectativas e ideas? ¿Cuál será el papel de VECO entonces? A partir de 2017 empezaremos con nuestro nuevo programa, con un enfoque central hacia los y las jóvenes, obviamente sin olvidar a la generación adulta.
En cuanto a este nuevo programa: ¿Cuáles son tus sueños? ¿Qué te gustaría lograr realmente dentro de 10 años?
Quiero contar con un grupo suficientemente grande de jóvenes, que puedan obtener buenos ingresos provenientes del café y del cacao. Y no me refiero a miles de jóvenes, pero si a un grupo limitado que este bien capacitado y figure como un modelo de liderazgo a seguir para los demás.
También me gustaría ver que los y las jóvenes a quienes no les gusta cultivar la tierra o quienes no tienen suficiente tierra, tendrán la oportunidad de encontrar trabajo en otro eslabón de la cadena de valor: como asesor técnico agrícola, como catador, como barista, etc.
Adicionalmente, me gustaría compartir con otras organizaciones nuestras experiencias acerca de trabajar con los y las jóvenes. Para discutir e intercambiar información sobre los casos de éxito, los retos, las cosas que no se ha logrado, para así en el futuro aprender unos de otros.
Ya explicaste lo que has logrado hasta el momento. ¿De qué logro te sientes más orgullosa en este momento?
Creo que realmente hemos hecho una diferencia. Estamos mucho más cerca de los y las jóvenes ahora. Eso nos hace diferente a otras organizaciones no gubernamentales. Hemos demostrado ser capaz de hacer soplar aires nuevos en las asociaciones productivas. Ahora puedes ver a la gente joven caminando en los laboratorios, en los sitios donde se recolecta el café y en particular; los líderes de las asociaciones agrícolas ya promueven la participación de los y las jóvenes en la gestión de la asociación. En realidad no ha sido un proceso fácil, pero realmente hemos aprendido mucho. Todavía tenemos que tomar más tiempo para socializar estas experiencias y convertirlas en nuevas estrategias para nuestro nuevo programa.
Otra cosa por la cual me siento muy orgullosa, es la velocidad de avance de este proyecto. Normalmente, toma mucho tiempo mejorar los ingresos de los agricultores, pero en la colaboración con estos jóvenes se avanzó rápidamente. Como he dicho antes, los y las jóvenes son impacientes y gracias a las cosas que los jóvenes aprendieron durante las capacitaciones, ellos fueron capaces de aumentar rápidamente sus ingresos.
¿Y qué crees que es el principal papel de VECO?
Creo que el papel más importante para mí y mis colegas, es facilitar la relación entre los jóvenes y los actores clave en la cadena agrícola y alimentaria. Reunir a la gente y poner juntos nuevas ideas en práctica, en eso consiste. También necesitamos atraer a más especialistas para capacitar a los jóvenes.
Además en el futuro, hay que recordar capacitar suficientemente a los y las jóvenes para que se conviertan en verdaderos especialistas, para que luego puedan formar a otros. Creo que este, es un objetivo importante de este y el próximo programa.
¿Paola, realmente has elegido conscientemente trabajar para VECO? ¿O fue una coincidencia que llegaste a nosotros?
¡Buena pregunta! Antes vivía y trabajaba en otra región de Perú, pero yo no era particularmente entusiasta sobre el trabajo que estaba realizando allí. Así que busqué y encontré un nuevo trabajo en VECO.
Me encanta mi trabajo porque puedo y debo hacer lo que sé hacer bien: coordinar y concretizar nuevas ideas. Todavía sé qué hacer después de seis años. Me gusta hacer cosas nuevas y se estimula la innovación en nuestro equipo y existe apertura al cambio. Creo que es algo que VECO difiere de otras organizaciones y yo particularmente concedo un gran valor a este aspecto.
Cuando empecé a trabajar recién para VECO, algunos amigos belgas de mis padres me decían que VECO era una organización muy seria. Esto resultó no ser cierto, porque el humor nunca está lejos aquí (risa).
Entrevista: Sien Vergeylen de VECO Bélgica