“Iniciamos con el proceso de crear la Cooperativa Sur-Siendo Redes y Sabores como una alternativa para ubicar alimentos sanos a precio justo en el sur de Quito”, comenta Diego, uno de sus fundadores. Hoy con 32 años recuerda cómo le llamó la atención que, en esta zona que alberga al 36% de la población de la capital, no hubiera acceso a opciones de comercio justo ni a productos orgánicos; una alternativa que sí estaba presente en distintos puntos del norte de la ciudad.
Fue así como, en el 2016, Diego junto a otros jóvenes se aventuraron a coordinar con organizaciones agroecológicas campesinas la compra de los productos que en principio se ofertaban bajo la modalidad de comercio justo.
Tiempo después con capacitaciones se fueron modificando las formas de cultivo lo cual permitió dar el salto hacia los productos orgánicos, hoy en día altamente demandados por los consumidores.
El potencial social de la iniciativa, más que el económico, capturó la imaginación de Diego.
“A mí lo que más me agradó fue lograr el encuentro campo-ciudad. Nos encontramos con organizaciones campesinas dispuestas a experimentar otras formas de comercialización. Fue interesante escuchar a personas en la ciudad que pensaban que el tomate cherry es el mismo tomate, pero que no maduró mucho. Y también los compañeros que venían del campo pensaban que todo Quito estaba lleno de edificios. Conocieron la ciudad periférica que no se muestra en los reportajes y entonces nos decían: ‘aquí es igualito que allá, solo que no hay espacio para sembrar” recuerda Diego.