"Cuando el 70% de mi cosecha fue destruida, me vi obligado a buscar otros horizontes. El futuro de la agricultura parecía demasiado incierto en ese momento", dice el agricultor hondureño Félix Zelaya.
La historia de Félix no es aislada. En los últimos años, en Centroamérica se han perdido entre 70 y 80 por ciento de las cosechas de granos básicos como maíz y frijol. El cambio climático es uno de los principales impulsores de la migración rural. Una de las necesidades de las familias productoras es el acceso a tecnologías productivas que les permitan fortalecer su resiliencia ante las amenazas del cambio climático.
En Honduras -y el resto del mundo- los agricultores tienen una capacidad limitada para hacer frente a las consecuencias inminentes del cambio climático:
Mientras la población, se encuentra en la siguiente situación en cuanto al consumo de alimentos:
Hasta ahora no existían pesticidas respetuosos con el medio ambiente. Aplicar pesticidas nocivos no sólo perjudica al consumidor, sino también a nosotros mismos y a las personas que pasean tranquilamente por sus cultivos. Juan Gómez, agricultor de 24 años, Chiligatoro, Honduras
Este es sólo el comienzo. Después de aprender y probar este invernadero hidropónico pondré otro y daré más trabajo a la gente de mi comunidad.
Ante esta situación, una de las alternativas viables es dotar a las familias productoras de tecnología como la hidroponía, a través de sus empresas asociativas. Bajo este sistema de producción, las familias campesinas estarán mitigando los impactos del cambio climático y serán más eficientes al reducir el uso de agua en un 70%, al mismo tiempo que contribuirán a la conservación del medio ambiente. Para ello, la iniciativa incluye: