La renovación integral de un distrito gastronómico en Perú está dando que hablar. Su objetivo es ofrecer algo más que platos deliciosos y diversos, sino también un espacio de diálogo en torno a políticas alimentarias sostenibles e inclusivas a nivel local y en las ciudades.
Una tradición basada en el sabor. Gastronomía en cada esquina. Restaurantes, huariques -que en lengua quechua se refiere a lugares donde la gente "come bien"- y mercados. Así luce la nueva marca "Surquillo, Barrio del Sabor", una propuesta del distrito de Surquillo en la ciudad de Lima, creada en tiempos de pandemia para reactivar la economía de Surquillo y promover el acceso. a comida para todos.
Las actividades de la marca apoyarán la reactivación económica de 14 mercados de alimentos y 618 restaurantes formalmente registrados en el Distrito de Surquillo.
Como primera actividad pública, el festival Surquillo Barrio del Sabor fue impulsado por Ocupa tu Calle / Lima Cómo Vamos, Cenca, Ocasiven y Veneactiva, con el apoyo de la Unión Europea y GIZ y en coordinación con Mercados del Bicentenario.
"Surquillo, Barrio del Sabor" forma parte del Plan de Acción Alimentaria, en el marco de los Mercados del Bicentenario, cuyas acciones viene acompañando Rikolto junto a la Federación Nacional de Trabajadores de Mercados (Fenatm), la Consorcio Salud, Ambiente y Desarrollo (Ecosad) y Fundación Friedrich Ebert (FES Perú).
El plan de acción está liderado por la Municipalidad Distrital de Surquillo y ha resultado en la creación de una visión para el sistema alimentario del distrito, incluidos sus numerosos mercados, convirtiéndolo en el distrito alimentario más emblemático de la capital por su ubicación y una oferta gastronómica diversa.
Los mercados estuvieron entre las zonas más afectadas por la pandemia en Lima. En Perú, el Ministerio del Interior informó que más de 360 mercados a nivel nacional fueron intervenidos como parte de las medidas de prevención del COVID-19. Los medios enfatizaron esta situación. Desde entonces, muchos mercados han sido estigmatizados como centros de contagio, por ser espacios tradicionalmente asociados a la aglomeración y el desorden.
De igual forma, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en marzo de 2020 la actividad comercial de los restaurantes cayó un 21.17%, ya que comercios como los de Surquillo se vieron obligados a cumplir cuarentenas intermitentes y adoptar una modalidad de atención enfocada en servicios de entrega a domicilio.
La alimentación es muchas veces un concepto que no está presente en las políticas municipales. En Lima algunos de los avances más importantes se han logrado en tiempos de pandemia.
Es en este contexto que surgieron los “Mercados del Bicentenario”, para contribuir a la formulación participativa de políticas públicas alimentarias en el espacio local, como parte de un esfuerzo anclado en la agenda de la Mesa de Políticas de Promoción de Ambientes Alimentarios Saludables de el municipio metropolitano.
La propuesta incluye las diferentes expresiones del sistema alimentario en el distrito, como mercados y restaurantes, así como el punto de vista de los vecinos y grupos autogestionados como las ollas comunes. Desde ellos (y para ellos) la iniciativa parte de una visión del sistema alimentario del distrito con acciones estratégicas para mejorar la infraestructura alimentaria.
"La búsqueda de las mejores condiciones para nuestro distrito en esta pandemia nos llevó a afrontar el problema buscando soluciones junto con las instituciones sociales y públicas y los comerciantes del distrito, logrando un modelo y un ejemplo a seguir por otros distritos vecinos". Giancarlo Casassa, alcalde del distrito de Surquillo.
El Plan de Acción Alimentaria de Surquillo promueve una agenda de trabajo con los actores del distrito. Las organizaciones que acompañan la iniciativa de Mercados Bicentenario ven en este plan la oportunidad de reivindicar la alimentación como actividad política y cultural. Así lo explica Nataly Pinto-Alvaro, directora del programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles de Rikolto en América Latina.
“Los mercados han sido tradicionalmente lugares de encuentro donde se refleja la diversidad de nuestra cultura alimentaria. En ciudades como Lima, que concentra un número importante de mercados respecto al promedio nacional, son centrales para abastecer a la ciudad de alimentos saludables del campo. "Es igualmente importante que sean espacios seguros, dignos y accesibles para todos los ciudadanos. En lugar de gentrificarse, deben generar mejores oportunidades para el barrio y la comunidad circundante". Nataly Pinto, Directora del programa Buena Alimentación para las Ciudades de Rikolto en América Latina.
En el marco del Plan de Acción Alimentaria del distrito, se impulsó de manera participativa la marca “Surquillo, Barrio del Sabor”. El objetivo es potenciar barrios clave con restaurantes y mercados como destinos gastronómicos para vecinos y visitantes.
Durante la crisis sanitaria, las medidas de confinamiento obligan a los consumidores a buscar alternativas alimentarias más cercanas, situación que el municipio está aprovechando para impulsar la reactivación económica de los comercios locales.
"Es importante pensar en los sistemas alimentarios a escala de ciudad, distrito y “caminabilidad de los alimentos”: piense en un vecindario gastronómico de 15 cuadras o una caminata de 15 minutos para que las personas lleguen a su destino. Entonces, si hay un evento disruptivo, yo "Caminaremos hasta el mercado o bodega. Por eso el plan alimentario contempla escalas para incorporar actores clave del distrito". Alain Santandreu, Director de Ecosad.
Para el piloto se identificaron 3 barrios donde existían barrios gastronómicos, y actores claves articulados y participando de la plataforma municipal, así como el interés municipal en promover estas áreas. (mapa de la zona piloto).
Sin embargo, explica el investigador, de nada sirve tener un barrio gastronómico si en un mismo distrito hay gente que pasa hambre (población vulnerable como refugiados venezolanos y usuarios del comedor comunitario). Por lo tanto, el plan de acción también desarrollará el eje Hambre Cero para ver cómo los Mercados Bicentenario pueden mejorar el acceso a alimentos seguros y saludables en todo el distrito, tomando en cuenta que Surquillo es el distrito más densamente poblado de Lima Metropolitana.
En tiempos de Covid-19, muchas personas han perdido sus empleos y es necesario reactivar la economía local. Se espera que la marca atraiga al público, generando movimiento económico para pequeños negocios en mercados y restaurantes. Esta es la expectativa de John Zavala, miembro del Comité Ejecutivo Nacional de Fenatm:
“Hay una situación de antes y después del COVID-19. Lo que antes era nuestro fuerte -la conversación con el vendedor, los productos frescos, la yapita- (el bono)- era lo que el público reconocía, pero ahora todo cambió. Con esta iniciativa esperamos un impulso económico en el área gastronómica, y que esto también traiga beneficios en otras áreas."
Christian Cuadros, dueño del restaurante Concha Nostra en Surquillo, explica que al reducir el aforo se perdió hasta un 40% de las ventas y que las entregas no son sostenibles.
"Los restaurantes que todavía están en funcionamiento ahora están tratando de mantenerse, todavía no se recuperan de la crisis. Una iniciativa conjunta con mercados, huariques y otros restaurantes sería una gran medida para mostrar una nueva imagen de Surquillo e incentivar el consumo local. turismo para que gente de otros distritos venga a comer a Surquillo”.
En Lima, Rikolto forma parte de la “Mesa de Promoción de Políticas de Entornos Alimentarios Saludables de la municipalidad metropolitana”, impulsada por un grupo multiactor desde 2020. Este espacio permitirá documentar lecciones y reflexiones sobre la experiencia del distrito con los Mercados del Bicentenario. que la ciudad capital necesita para generar resiliencia y acceso equitativo a los alimentos desde los vecindarios y centros alimentarios.
En América Latina y el mundo, Rikolto forma parte de iniciativas que co-crean soluciones para alimentar a las ciudades y pensar en los desafíos alimentarios emergentes más allá de 2021. La iniciativa Mercados Bicentenarios y el proceso de diálogo en torno al plan de acción alimentario nos han permitido construir un espacio para diálogo en torno a políticas alimentarias a nivel local. Sobre esta base, la gastronomía y la alimentación se convierten en una oportunidad de inclusión económica y social, así como en motores de desarrollo para la ciudad.