Hacer que los mercados de alimentos funcionen para todos
El 80% delos alimentos que se consumen en el mundo se producen en explotaciones familiares. Sin embargo, individualmente, los productores en pequeña escala suelen quedar al margen del comercio, terminando en la pobreza y dejando sin explotar su enorme potencial. Esto es aún más cierto en el caso de las mujeres, los jóvenes y las poblaciones indígenas. Irónicamente, el 80% de las personas que padecen hambre en el mundo participan directamente en la producción de alimentos. Para garantizar cadenas de suministro sostenibles y empresas agrícolas autosuficientes, hay que ofrecer a los productores en pequeña escala un trato justo.
Al mismo tiempo, crisis recientes como la pandemia de COVID-19 han dejado pocas dudas sobre la fragilidad de los sistemas alimentarios en todo el mundo. En 2020, cuando las restricciones de transporte del COVID-19 obstaculizaron los canales de distribución mundial de alimentos, el mundo redescubrió el valor de los sistemas alimentarios localizados y muchos consumidores se vieron obligados a recurrir a sus proveedores locales de alimentos para conseguir su suministro semanal de alimentos frescos. Esto no hizo sino exacerbar una tendencia ya existente: la inseguridad alimentaria moderada o grave lleva seis años aumentando lentamente y afecta ya a más del 30% de la población mundial. Los precios de los alimentos han aumentado considerablemente, en algunos casos hasta un 65% desde el inicio de la pandemia.
Cada vez está más documentado el papel de las autoridades locales en la creación de un entorno favorable al florecimiento de cadenas alimentarias locales sanas y sostenibles. Sin embargo, no pueden hacerlo solas. Aunque pueden crear fuertes incentivos para el cambio mediante obligaciones, restricciones, impuestos y subvenciones, los agentes económicos como los minoristas, los compradores institucionales y otras empresas alimentarias también tienen poderosas cartas que jugar gracias al poder de su monedero. Para que los alimentos más sanos y sostenibles lleguen a los mercados urbanos, es necesario que haya incentivos para que todos los agentes de la cadena modifiquen su comportamiento. Sin un modelo de negocio bueno y rentable que funcione para todos, y especialmente para los productores en pequeña escala y compradores, es improbable que se amplíen las cadenas alimentarias sostenibles. Por ello, las relaciones comerciales inclusivas entre compradores, transformadores y productores rurales, peri urbanos y urbanos pueden ser un poderoso factor de transición hacia sistemas alimentarios sostenibles.
"Mercados inclusivos" es uno de los tres pilares estratégicos de nuestro programa, junto a la producción sostenible y los entornos favorables. Es una noción que, para nosotros, abarca varias facetas igualmente importantes dentro de nuestro sistema alimentario. Se refiere a:
Cuando hablamos de negocio inclusivo, hablamos en serio. Se trata de hacer negocios con una perspectiva a largo plazo, satisfaciendo las necesidades tanto de los agricultores como de los compradores. Con este tipo de estrategia orientada al futuro, pueden planificar con más cuidado, lo que se traduce en negocios más sólidos. Nuestro trabajo en el ámbito de los negocios inclusivos comienza con una evaluación del mercado para ayudar a averiguar qué impide a las empresas agrícolas ser competitivas y obtener inversiones del sector privado. Después, diseñamos soluciones conjuntamente con las organizaciones de agricultores y los compradores, y utilizamos herramientas para subsanar las deficiencias detectadas. Escuche a nuestros colegas de todo el mundo definir los negocios inclusivos.
En Rikolto utilizamos la metodología LINK, desarrollada por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (ahora Alliance Bioversity & CIAT), para guiar nuestros esfuerzos por fomentar cadenas alimentarias y modelos de negocio más inclusivos. Conoce más aquí.
La metodología es aplicada por todos los agentes de la cadena con un facilitador externo y se basa en 6 principios:
Rikolto ha facilitado modelos de negocio inclusivo con partes interesadas públicas y privadas, y conocemos los retos a los que se enfrentan las organizaciones de productores para convertirse en organizaciones empresariales sólidas y profesionales. Reforzamos su capacidad para responder a las demandas del mercado en términos de calidad, seguridad alimentaria y sostenibilidad.
Sin embargo, para que estas organizaciones crezcan, necesitan un mejor acceso a financiamiento y luchan con una percepción de alto riesgo y bajo rendimiento por parte de los proveedores de capital. Por ello en Rikolto tendemos puentes. Involucrando a instituciones de investigación y entidades comerciales, diseñamos métodos innovadores y a medida para mejorar la inclusividad de las cadenas de valor, creando soluciones beneficiosas para empresas, agricultores y consumidores.
Hasta la fecha, los enfoques de negocio inclusivo se han utilizado sobre todo en el contexto de las cadenas de valor mundiales, como el café o el cacao, y menos en el de las cadenas de suministro de alimentos locales o urbanas. En Rikolto, una de nuestras prioridades es explorar y probar cómo pueden integrarse los principios de negocio inclusivo en los modelos de abastecimiento de alimentos de los principales compradores urbanos: supermercados, cocinas institucionales, plataformas de comercio electrónico y, por supuesto, también mercados tradicionales.
Nos centramos específicamente en los mercados alimentarios inclusivos que atienden a productores en pequeña escala y consumidores urbanos vulnerables. Para ayudar a desarrollar estos mercados, profesionalizamos a las organizaciones de agricultores, facilitamos su acceso a la financiación y a los servicios de desarrollo empresarial y promovemos las relaciones empresariales inclusivas en las cadenas alimentarias. También facilitamos el emprendimiento alimentario sostenible.
Además, nos esforzamos por lograr una distribución más eficiente e inclusiva de alimentos producidos localmente, seguros y saludables, utilizando modelos de negocio innovadores y herramientas digitales. De este modo salvamos la distancia entre agricultores y consumidores. Las plataformas de cadenas cortas y los centros de distribución de alimentos, especialmente los organizados por los propios agricultores, pueden racionalizar la logística y el papeleo, al tiempo que sitúan a los agricultores en una mejor posición para negociar precios.
Aunque los mercados urbanos se preocupan cada vez más por la sostenibilidad, la seguridad y la equidad, no basta con depender únicamente de la demanda de los consumidores. Por ello, las prácticas comerciales inclusivas deben ir de la mano de políticas alimentarias locales ambiciosas y bien dotadas de recursos, así como de mecanismos de gobernanza innovadores en los que un grupo de actores diverso y representativo trabaje para desarrollar modelos de negocio inclusivos que permitan abastecer a las ciudades.
Apoyamos a las cooperativas en su camino hacia la profesionalización, centrándonos, entre otras cosas, en el desarrollo de capacidades financieras y empresariales. Esto les permite obtener un mayor valor del cacao y el café especiales y de calidad, a través de relaciones comerciales más integradoras. Este proceso de profesionalización contribuye a reforzar las cadenas de suministro de los compradores, lo que a su vez les motiva para apoyar a las organizaciones de productores y ampliar el modelo empresarial a otros proveedores.
Trabajar en la profesionalización de las cooperativas también incluye la participación de mujeres y jóvenes en el sector y en la dirección de las cooperativas. Esto puede implicar el apoyo a jóvenes cultivadores de cacao y café para que creen su propia empresa.
Tenemos una larga trayectoria en la intermediación de relaciones con supermercados y empresas, para que las cooperativas puedan participar en los programas de sostenibilidad que han puesto en marcha y formar relaciones comerciales inclusivas.
Como en nuestro nuevo programa nos centramos más en la diversificación, también apoyamos a los productores en pequeña escala para que se vinculen a los mercados de otros cultivos que se producen en los paisajes del cacao y el café. El negocio inclusivo también implica apoyar a las organizaciones de agricultores y a las pequeñas y medianas empresas en sus relaciones con las instituciones financieras, para mejorar su acceso a la financiación.