San Martín de Pangoa es una localidad peruana ubicada en la región Junín, provincia de Satipo. A unas 12 horas en auto de la capital Lima, y a diferencia de su clima frío, Pangoa se ve abrazada por el calor de la indómita selva amazónica y el verdor de su arboleda casi infinita.
Los primeros habitantes que ocuparon el territorio de la provincia de Satipo fueron los Asháninka, Nomatsiguenga y Kakínte pertenecientes a la familia ARAWAK, con un modo de vida colectivo, cuyos orígenes se remontan a 3000 años de antigüedad. Su hábitat está ligado a la convivencia armoniosa con su territorio ancestral, el bosque tropical y su biodiversidad en flora y fauna, a los que hasta hoy en día mantienen sus usos y costumbres conforme a su cosmovisión del mundo.
El modo tradicional de vida indígena, se combina con el manejo del territorio y el usufructo de los recursos naturales: colectivos, horizontales y dinámicos. Entre las principales actividades económicas que se realizan en Pangoa, alternándose con un comercio pujante se encuentran la producción de café y cacao.
El cacao “natipo” o nativo de Pangoa, son granos finos de aroma de la más alta calidad. El reconocimiento a alcanzado escenarios internacionales, tan renombrados como el Salón del Chocolate de París, generando una alta demanda, de suizos, belgas y franceses, seducidos por los aromas frutales, madera y miel, que impregnan con el cacao nativo las exclusivas barras de chocolate.
Durante nuestra visita pudimos ser testigos de esta experiencia a través de Lenin Chimanka. Un productor indígena Ashaninka, de la zona de Junín, que heredó de su padre una finca con cultivos de cacao nativo. Lenin vestido de gala, en el típico traje Cushma, -que tomó unos 3 meses elaborar elaborar a su esposa en un telar-, accedió a hacernos un recorrido por el sistema agroforestal que ha establecido.
Nos mostró metro por metro, la distribución de su chacra, plasmada en un plano con la claridad y precisión de un tablero de damas. Lenin alterna musáceas, árboles frutales y maderables de alto valor, combinados con cacaos nativos mejorados de alta productividad, con diseño agroforestal.
“Caminas uno, dos, tres metros, aquí tengo un frutal, un cítrico una guanábana. Ahora aquí te mueves 1 metro y encuentras cacao nativo, caminas hacia acá y a las 3 varas tengo un maderable”, en total la chacra la comprenden 1300 plantas de cacao nativo por hectárea, que de forma sucesional darán ingresos a su familia, primero las musáceas por dos años, mientras frutales y cacaos crecen y dan paso a su producción perenne en aproximadamente cuatro años y para los próximos 40.
El cacao orgánico que Lenin ya produce de áreas con manejo tradicional y el que se derive de las nuevas parcelas establecidas, podrá venderlo en su totalidad a través de la cooperativa Pangoa, de la cual es socio por medio de una especie de membresía heredada. Su padre de antaño, vendía café y cacao a la cooperativa y hoy Lenin, sigue la tradición familiar, con el mismo amor por la tierra, al que agregó métodos innovadores de producción amigable con el medio ambiente.
Esperanza Dionisio, es la Gerente General de Cooperativa Pangoa, lleva a cargo el liderazgo de la organización desde hace más de dos décadas y fue la primera mujer en asumir la gerencia de una organización cooperativa en Perú, ejerciendo un rol que normalmente es liderado por hombres.
Con Dionisio a la cabeza, la cooperativa ha crecido y diversificado sus ingresos. El rol de la mujer en la producción y transformación del café y cacao, ha sido uno de los aspectos que han dado sello a su gestión, que implica una visión inclusiva.
“Es parte de nuestra visión que la equidad alcance el respeto para las mujeres del campo, desde su visión y capacidad”, explica Dionisio. Para ello en conjunto con Rikolto y otras organizaciones, se han desarrollado una serie de talleres y capacitaciones que abarcan no sólo la gestión empresarial, sino inclusive, aspectos relacionados a la autoestima y género que permitan a la mujer poner al servicio de la comunidad el máximo de sus capacidades.
Este 2019, Pangoa nuevamente se ha colocado en la lista de los cacaos más exquísitos del mundo. El Salón del Chocolate de París, ha calcado su nombre en lista de las 50 muestras más exclusivas. El sabor del amazonas peruano, ha vuelto a rugir.
Nota: Gracias por el apoyo y calor de la familia Chimanka, Esperanza Dionisio, mi colega Teofilo, y todos quienes laboran en la cooperativa. “Dícese que el término Pangoa proviene del “ashaninka”, Pangá, nombre del río que cruza por allí, otro significado parecido es el de pangotsi o casa; estos se distinguían de los demás porque eran amables, entonces al hablar de los pangotsi uno suponía que estaba o debía sentirse en casa”, yo me sentí así.
Referencias sobre población indígena de Junín: Caracterización Social y Antropológica, Guillermo Ñaco Rosas, Perú 2010.
