En Honduras la inseguridad alimentaria es un reto persistente. 1 de cada 5 hondureños se encuentra en situación de pobreza. En las áreas rurales este problema empeora por la desigualdad de oportunidades, empleo digno, acceso a servicios básicos; y afecta las posibilidades de las personas para acceder a una dieta nutritiva. Frente a este desafío, promovemos el desarrollo de capacidades para pasar de la teoría a la práctica hacia un ejercicio efectivo del derecho a la alimentación, con dietas sanas y asequibles.
Los sistemas alimentarios locales y una dieta sana están interconectados de muchas maneras. Ayudan a promover la producción local y el acceso a alimentos frescos y saludables dentro de una comunidad, y esto puede tener un impacto positivo en la salud de sus miembros y en la sostenibilidad del medio ambiente. Además, estos sistemas pueden contribuir a preservar las tradiciones culturales y a fomentar la participación de la comunidad en la toma de decisiones relacionadas con la alimentación, especialmente en los hogares y las escuelas.
El proyecto Sistemas Alimentarios Centrados en las Personas con un Enfoque Basado en los Derechos Humanos promueve tiene como objetivo integrar los marcos e instrumentos de derechos humanos existentes con la política pública para fortalecer los sistemas alimentarios, tomando como referencia la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales (UNDROP en inglés). En Etiopía, Honduras, Camboya y Uganda se implementa con titulares de derechos, garantes de deberes y organizaciones locales de la sociedad civil, a través de un consorcio conformado por la Universidad de Columbia, Alianza de Bioversity International-CIAT, el Instituto Internacional de Reconstrucción Rural y Rikolto. En Honduras, la implementación se encuentra a cargo de este último.
A nivel de línea base, se evaluó el nivel de conocimiento de los participantes sobre los principales tratados internacionales, incluido el documento de UNDROP y su objetivo, así como su familiaridad con el concepto de enfoque basado en los derechos humanos.
Los sistemas alimentarios locales pueden contribuir a una mayor resiliencia. Como parte de las innovaciones del proyecto, se trabaja con la comunidad Lenca (grupo indígena de Honduras) en 6 municipios del Departamento de La Paz para concientizar a las y los jefes de familia en el uso de alimentos seguros y culturalmente apropiados en sus hogares. Se espera que usen procesos seguros en sus hogares para este consumo, y que ello contribuya a la resiliencia del sistema alimentario local. Este esfuerzo reconoce los conocimientos tradicionales, esfuerzos de conservación de la biodiversidad, gobernanza comunitaria y prácticas agrícolas sostenibles que impulsa la comunidad.
El proyecto colabora con distintos actores para la creación de una nueva Política de Derechos Humanos donde se priorizan 5 derechos, y se incluye el derecho humano a la alimentación. El esfuerzo transversal permitirá la incorporación de un índice de seguridad alimentario. Además, se contribuye a la actualización del Plan de Acción de la Política y Estrategia de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Honduras.