En Guatemala, la inseguridad alimentaria y nutricional provoca retraso en el crecimiento de casi el 50% de los niños menores de cinco años. Según la última Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil en Guatemala, la población indígena del país es la más afectada: hasta el 70% sufre desnutrición crónica. Para poder hacer efectivo el derecho a la alimentación de las comunidades indígenas, es crucial reconocer, respetar y comprender las diferencias socioculturales de los pueblos indígenas. Este enfoque de la seguridad alimentaria se conoce como "pertinencia cultural" o "adecuación a la cultura".
Por ello, desde principios de 2023, un grupo de 15 actores públicos y privados coordina soluciones acordes con el acuerdo comunitario y las creencias indígenas, así como con la Política Municipal de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Guatemala (SAN). Esta política pretende garantizar la seguridad y la disponibilidad de alimentos, así como el acceso de los hogares a los mismos. Vincula a los agricultores con los programas de comidas escolares, que pretenden tanto mejorar los sistemas de producción a pequeña escala como abordar los casos agudos de desnutrición infantil.
“Nuestro trabajo tiene relevancia cultural. Hemos consultado a diferentes comunidades, teniendo en cuenta sus necesidades y capacidades, y basándonos en ello hemos priorizado estos aspectos dentro de la política SAN”, María Fernanda Pierri, Coordinadora de proyectos en Rikolto, que ha participado en la planificación de la aplicación de la política.
Junto con las asociaciones de la comunidad maya, en octubre de 2022 se diseñó y aprobó un plan de aplicación de la política. El objetivo era implicar a toda la población, teniendo especial cuidado en no dejar a nadie atrás en el proceso. La política cuenta con un presupuesto para iniciar su aplicación, que se irá ampliando.
La primera acción que formó parte de este plan, fue una versión popularizada de la política en lengua kaqchikel (miembro de la rama quiché-mam de la familia de lenguas mayas) para garantizar la apropiación local y cultural en Sololá. Este documento se difundirá en el transcurso de 2023.
David Saloj, miembro de COINDI, explica: "Crear conciencia en torno a esta política es muy importante. COINDI trabaja con Rikolto en la versión popular y también comparte la política con 86 organizaciones de la Red Nacional para la Defensa de la Soberanía Alimentaria de Guatemala, incluidos consejos y autoridades municipales, asociaciones, sindicatos de agricultores y mercados agroecológicos.”
COINDI también participa en las reuniones de la Comisión Técnica de Alimentación Escolar, que define los menús escolares y coordina la disponibilidad de alimentos.
Otras actividades que forman parte del plan de implementación de la política incluyen ferias de nutrición, ferias de semillas, ferias agrícolas y artesanales en las comunidades y apoyo a grupos comunitarios que trabajan en la producción de alimentos orgánicos. También hay consultas en curso con las Comisiones Municipales de Seguridad Alimentaria y Nutricional (COMUSAN) y las comunidades, para orientar mejor la aplicación de la política.
La visión cultural de las comunidades es tan influyente que se introdujo un ciclo de cuatro años. Este ciclo organiza los esfuerzos y asigna "cargadores" o portadores (según la cosmovisión maya) - para asegurar el éxito de la iniciativa. La filosofía maya se refiere a 4 portadores del tiempo: Iq, Kej, E y No'j. Cada portador tiene asignado el gobierno de un ciclo o año. El asignado al ciclo 2023-2024, año de actualización de estrategias, métodos, planes y programas, es el portador E. La energía de cada año puede determinar el éxito de algunas iniciativas, según la Cosmovisión Maya. "Esta situación es única, incluso entre los países de la región," dice María Pierri.
En 2023, los esfuerzos se centrarán en la seguridad alimentaria y nutricional en situaciones de emergencia, un sistema de vigilancia y alerta de la seguridad alimentaria y nutricional, la alimentación escolar y la prevención y tratamiento de la malnutrición. La política también pretende garantizar la adquisición y conservación de semillas autóctonas y criollas, en colaboración con varios actores. De este modo, la política respeta las opciones organizativas de las comunidades y la sabiduría de sus antepasados.
La Municipalidad de Sololá, los Ministerios de Agricultura, Educación, Salud Pública y Desarrollo Social, la Defensoría de los Derechos Humanos, Rikolto, Cáritas, Helvetas, Ceiba, Asociación Renacimiento, COINDI y otras organizaciones han participado en el proceso culturalmente pertinente de elaboración de la política.