Garantizar el futuro de nuestros alimentos depende en gran medida de que la agricultura sea rentable. En Perú, la clave está en manos de los jóvenes rurales activos en las cadenas agroalimentarias. Por eso, en Rikolto durante los últimos tres años (de 2018 a 2020), hemos invitado a 182 jóvenes emprendedores a participar en un ciclo de foros anuales bajo un lema: sé parte de la solución.
Para los profesionales que acompañan el proceso, encontramos en el foro mucho más que una serie de talleres: encontramos un laboratorio de ideas que podrían ser utilizadas por las nuevas generaciones y que, de alguna manera, sumó los años de trabajo de Rikolto con organizaciones campesinas. y agronegocios, ahora abiertos a trabajar con jóvenes.
El foro nació como una iniciativa de Rikolto, NCBA Clusa, Trias, Producers Direct y Progreso; pero llegó a involucrar a más de 30 dirigentes del sector agrícola y 23 organizaciones cafetaleras y cacaoteras.
Varias de estas organizaciones, líderes en sus territorios y en la industria agroalimentaria, hoy emplean o colaboran con los jóvenes participantes del foro en el desarrollo del emprendimiento, apoyan la inclusión de los jóvenes en la cadena y aseguran nuevas fuentes de ingresos. a través de líneas innovadoras de negocio agrícola.
Este año, previsto del 4 al 6 de noviembre, el Foro de la Juventud realizará su IV conferencia (2da virtual) y abordará temas como planes de negocios y fuentes de financiamiento, modelos de diversificación productiva y marketing digital. ¿Cuáles han sido las claves del éxito de la experiencia?
Cafés, producción y venta de hortalizas, miel, infusiones, chocolate, panela, prestación de servicios agrícolas, bancos rurales: son sólo algunos de los muchos emprendimientos que se cultivan en los foros.
En Rikolto creemos que mejorar los niveles de vida en las zonas rurales va de la mano de fortalecer los procesos de inclusión de los jóvenes a lo largo de la cadena de valor agroalimentaria. Y reconocemos dónde ponen sus esfuerzos estos jóvenes profesionales y qué los motiva.
Durante los foros conocimos a Jhair, quien por circunstancias familiares y luego por el COVID-19 se vio desafiado a profesionalizar la producción de la finca familiar siendo estudiante universitario y participando del Comité Juvenil de su cooperativa. Durante este tiempo, el Foro fue para él un espacio de inspiración.
Desde la cooperativa los jóvenes queremos mostrar a los mayores que la clave para mejorar la calidad y el rendimiento del café está en la renovación de las plantaciones y la diversidad. Venimos a la base, traemos muestras y las probamos entre los miembros. Quieren saber cómo administrar las granjas para lograr una mejor calidad, quieren que les enseñen las prácticas. Hemos formado equipos para que nuestros productos ya no vayan en micro lotes, sino en cantidades mayores. Buscan aprender de lo que hacemos los jóvenes.
Cuando comenzó a participar en el Foro, Jhair tenía muchas preguntas sobre cómo aumentar las ganancias y aprovechar mejor lo que había en la trama. Fue entonces cuando conoció las experiencias de otros jóvenes y decidió iniciarse en el manejo de la finca y la renovación de su parcela con variedades productivas y de alta calidad. En el camino también instaló una zona para piscicultura y otra para ganadería.
Se espera que las empresas dirigidas por jóvenes crezcan y se conviertan en el motor de una nueva economía, hasta el punto de que los sindicatos y los programas agrícolas se acercan cada vez más a ellas para participar en sus estrategias de capacitación y asistencia técnica.
Ahora esta búsqueda se verá reforzada con los “Lineamientos Estratégicos para la promoción de la Juventud Rural en el desarrollo de la Agricultura Familiar en el Perú”, que tiene como objetivo implementar espacios de fortalecimiento de capacidades, promover el talento rural, y mejorar los servicios de certificación y fortalecimiento de capacidades en agricultura para incluir a los jóvenes en los mercados laborales asociados a la agricultura familiar.
Pronto descubrimos que el Foro permitía no sólo el aprendizaje, sino también la inspiración entre pares. Este fue uno de los factores clave para garantizar el pensamiento empresarial.
Ediño Ojeda, presidente del Comité Juvenil La Prosperidad de Chirinos, aprendió de las experiencias de otros jóvenes que cultivaban café y cacao como él. Cuando empezó en la cooperativa, hace unos diez años, no había muchas oportunidades de formación.
Ahora tiene casi treinta años y recuerda cómo los espacios con jóvenes, como talleres, foros, pasantías y grupos, fueron importantes para iniciar una carrera en la agricultura y animarlo a emprender. Hoy ese mismo espíritu lo impulsa a compartir con sus pares.
Si hubiera tenido esta oportunidad hace 10 años, hubiera sido diferente. (...) Ahora nosotros en la cooperativa estamos desarrollando una innovación con la piel de los granos de café. Ya vendrán oportunidades para que otros las sigan, pero como yo lo aprendí, tengo que enseñarlo.
Este crecimiento también se reconoce a nivel nacional en el documento de Lineamientos Estratégicos: Se dice que los "jóvenes rurales" se desarrollan en un contexto más favorable que las generaciones anteriores, y tienen más capital humano gracias a su mayor acceso a la educación y la salud, además de como capital social y territorial, dada su gran capacidad de movilidad entre localidades.
También tienen una mentalidad predispuesta a la innovación y al acceso diferenciado a las TIC. En este contexto, los jóvenes de hoy ven la agricultura con otros ojos, como una gran oportunidad. Son conscientes de la necesidad de trabajar a largo plazo y de hacerlo como colectivo, apoyados en una considerable red de apoyo y conocimiento.
Como indicamos al principio, la juventud es esencial para la sostenibilidad de la agricultura y nuestros sistemas alimentarios. Abrir el diálogo entre generaciones y vincular la experiencia y la sabiduría de los adultos con el entusiasmo y las nuevas ideas de los jóvenes, nos permitirá superar los obstáculos.
Es por eso que nos enorgullece ver que las reflexiones generadas por el Foro han incentivado el trabajo de los Comités de Jóvenes y su apoyo por parte de las organizaciones de productores, impulsando estrategias para incrementar la afiliación de los jóvenes (como facilidades y flexibilidad de pagos) y desarrollando buenas prácticas como como el cambio por tercios en sus Comités de Juventud. Para muchos, los Comités de Jóvenes son una fuente de ideas y una escuela para identificar nuevos líderes.
Con el fin de crear las condiciones necesarias para la participación real de los jóvenes en la agricultura familiar, el proceso coordinado por el MIDAGRI desde abril de este año, en conjunto con organizaciones de la sociedad civil y jóvenes organizados, ha permitido analizar y proponer aspectos claves que fomenten la inclusión de los jóvenes en el desarrollo agrícola. Así, los avances logrados en los foros han servido de insumo para la recién aprobada Estrategia Nacional de Desarrollo Agrario de Jóvenes Rurales, liderada por el Ministerio.
Las mejores celebraciones son aquellas que reconocen lo logrado y con ello generan nuevos compromisos. En este Bicentenario, el Perú apuesta a la juventud con un instrumento de gestión que marca los lineamientos para la formación, participación y liderazgo de la juventud rural. Felicitamos este acto que guía e inspira el desarrollo inclusivo. En nuestro papel, estaremos atentos y dispuestos a contribuir a este proceso en curso, porque sabemos que no hay posibilidad de desarrollo si no contamos con los jóvenes.