En Rikolto, la pregunta «¿Qué comeremos mañana?» está en el centro de nuestro trabajo. Un aspecto concreto de esta pregunta es "¿Vamos a seguir teniendo agricultores, no solo en términos de mano de obra, sino también de personas que tengan suficientes conocimientos tanto de agricultura como de tecnología y que estén capacitadas para transmitir estos conocimientos a las generaciones futuras?"
¿Pueden seguir el ritmo de las tecnologías en desarrollo, desarrollar la agricultura de forma innovadora y desarrollar sistemas que produzcan más cosecha con menos mano de obra?
La respuesta a estas preguntas determinará nuestro futuro. Por qué debemos hacernos estas preguntas y cómo podemos transformar las respuestas en «sí»?
La población joven en el mundo y la edad media de quienes se dedican a la agricultura están aumentando. Según estimaciones de las Naciones Unidas, hay unos 1.200 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años. Esto equivale al 16% de la población mundial. También se calcula que los jóvenes de los países más pobres aumentarán en un 62% de aquí a 2050 y estos jóvenes compiten entre sí para instalarse en zonas urbanas que consideran con condiciones más habitables, porque la imagen agrícola que se les queda grabada es la de empezar a trabajar antes del amanecer, volver a su casa horas después de la puesta de sol y no ganar suficiente dinero por todo este trabajo, de modo que ni siquiera pueden permitirse vivir hasta final de mes.
Nuestros agricultores, el futuro de nuestra alimentación, son a menudo reacios a transmitir su profesión a las generaciones futuras debido a estas dificultades.
Para evitar el envejecimiento en la agricultura y atraer a más jóvenes al sector alimentario, uno de nuestros focos de atención podría ser transmitir a los jóvenes información no sólo sobre agricultura, sino también sobre el cambio climático y el desarrollo sostenible que están directamente relacionados con ella. En los últimos años, los objetivos de desarrollo sostenible han surgido de muchas maneras. Como se menciona con frecuencia en diversos medios de comunicación, las empresas privadas y el sector público han empezado a compartir sus contribuciones en sus páginas web con informes anuales de sostenibilidad. Esta es una oportunidad para expresar nuestras preocupaciones sobre el sector agroalimentario, llamando la atención de los jóvenes sobre el cambio climático y los objetivos de desarrollo sostenible. No se trata de crear una imagen desesperanzada, sino de concienciar sobre el futuro de la agricultura relacionándola con estos temas.
Hay muchas maneras de comprometerse con la generación joven. Estas soluciones no deben considerarse por separado, sino con un enfoque holístico.
El uso eficaz de las plataformas digitales es crucial para llegar a los jóvenes. Es bien sabido que el uso de las redes sociales está aumentando rápidamente entre casi todos los jóvenes, independientemente del continente. El seguimiento de proyectos anteriores a través de plataformas digitales desempeña un papel eficaz a la hora de compartir experiencias e historias para atraer la atención de los jóvenes.
Las historias sobre la vida rural y la agricultura son siempre inspiradoras. Se necesita verdadera estabilidad y ambición para trabajar durante horas todos los días y hacer esto durante el resto de la vida. Rikolto apoya a jóvenes agricultores y jóvenes empresarios de todo el mundo para que reescriban estas desafiantes historias. Con nuestro apoyo, damos sentido a lo que hacen y promovemos innovaciones. Reducir la mano de obra y crear cadenas de suministro sostenibles mediante innovaciones garantiza que la agricultura como profesión tenga futuro y proporcione un medio de vida adecuado. No sólo proporcionamos unos ingresos justos a los agricultores, sino que también les devolvemos tiempo. Imaginemos a estas personas ambiciosas terminando su trabajo diario en 8 horas en lugar de 16: con el tiempo ahorrado uno puede ir a la escuela, aprender un nuevo idioma y ampliar su red de contactos en el extranjero.
Rikolto puso en marcha el proyecto Yes Youth Can para hacer más atractivo el sector del cacao para los jóvenes de Nicaragua, y aprovechó para crear una mejor imagen asociándose con la cooperativa cacaotera nicaragüense La Campesina y Colruyt Group, una cadena belga de supermercados. Estos jóvenes también recibieron formación para adquirir experiencia y transferir sus conocimientos a sus compañeros. En 2018, Colruyt Group empezó a vender el chocolate de origen único producido por 206 jóvenes cacaocultores participantes en el proyecto. La historia no acaba aquí: Colruyt y su fundación corporativa siguen invirtiendo los ingresos de las tabletas de chocolate para financiar la formación en técnicas innovadoras de producción de cacao. Mientras los clientes saborean estas sabrosas tabletas de chocolate producidas con técnicas sostenibles de producción de cacao, los jóvenes agricultores nicaragüenses siguen adquiriendo conocimientos y habilidades.
Cuando se habla de innovación, sería un error hablar de los cambios que sólo pueden conseguirse utilizando tecnologías de alto coste. Un grupo de jóvenes innovadores que desarrollan un nuevo modelo empresarial para la transformación ecológica es otra historia que contar en materia de innovación.
La empresa ha supuesto no sólo un incentivo para la investigación y el desarrollo de ecoempresas, sino también una oportunidad para que los jóvenes de la cooperativa (137) vean reconocida su contribución a la visión empresarial y a una nueva línea de trabajo
Lith Montés
Coordinador de Rikoltopara el proyecto de café en Perú
La imagen del sector agrario y la conciencia de sus retos desencadenan la decisión de las jóvenes generaciones de no avanzar en este campo. Podemos animar a los jóvenes que quieren avanzar en la agricultura destruyendo esta mala imagen haciendo más visibles los proyectos realizados conjuntamente por empresas privadas y organizaciones no gubernamentales con un enfoque totalmente nuevo. ¿Cuál debería ser este enfoque? No centrarse en los fracasos, sino en los efectos positivos de los proyectos y las oportunidades con ejemplos concretos.
Lo que hemos aprendido hasta ahora es que incluso los pasos más pequeños que damos aparecen como historias de éxito o lecciones aprendidas en el futuro. Nuestro enfoque en comunicación es ser fuente de inspiración en colaboración con los jóvenes para otras organizaciones. A medida que Rikolto siga siendo pionera en más proyectos y promoviendo más iniciativas, aumentará el número de historias que contar, así como los jóvenes implicados.
Rikolto puso en marcha el proyecto Yes Youth Can para hacer más atractivo el sector del cacao para los jóvenes de Nicaragua, y aprovechó para crear una mejor imagen asociándose con la cooperativa cacaotera nicaragüense La Campesina y Colruyt Group, una cadena belga de supermercados. Estos jóvenes también recibieron formación para adquirir experiencia y transferir sus conocimientos a sus compañeros. En 2018, Colruyt Group empezó a vender el chocolate de origen único producido por 206 jóvenes cacaocultores participantes en el proyecto. La historia no acaba aquí: Colruyt y su fundación corporativa siguen invirtiendo los ingresos de las tabletas de chocolate para financiar la formación en técnicas innovadoras de producción de cacao. Mientras los clientes saborean estas sabrosas tabletas de chocolate producidas con técnicas sostenibles de producción de cacao, los jóvenes agricultores nicaragüenses siguen adquiriendo conocimientos y habilidades. Más información
Últimamente me he interesado más por la producción de cacao y por cómo cultivar esta planta. Para mí, la producción de cacao es muy importante en el sentido de que es una planta estable con la que puedes generar ingresos. Para mí, lo más importante es la tierra y aprender a injertar, porque así se puede mejorar la producción y también recibir formación sobre poda y sobre la renovación de las plantaciones. Es un sueño porque nos han tenido en cuenta tanto a nivel de cooperativa como a título individual.
Aminta Benites, 23
ASOPRO
La inversión y el gasto público en agricultura son bajos y la financiación es difícil de conseguir para los jóvenes, por no hablar de las mujeres jóvenes. En la percepción común, la agricultura sigue estando estrechamente vinculada a la pobreza. En estas circunstancias, es crucial orientar y apoyar a los jóvenes. De este modo, pueden crear empresas innovadoras en el sector agroalimentario, no sólo generando unos buenos ingresos para ellos, sino también contribuyendo a la sostenibilidad del sistema alimentario.
Si proporcionamos este apoyo a los agricultores actuales o a las empresas relacionadas con la alimentación, la gente querrá transmitir este futuro a las siguientes generaciones y se establecerá una cadena juvenil en la agricultura, una cadena juvenil que hace que nuestro futuro sea más sostenible y más justo con cada eslabón que añadimos.
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