Al cierre del 2022, la comunidad internacional generó importantes acuerdos para la acción climática, en el marco de la COP27. A inicios de un nuevo año, el mundo espera nuevos comienzos, aceptando que los compromisos y las promesas realizadas requieren nuevos enfoques frente a retos como el cambio climático. Uno de estos enfoques es el de paisajes alimentarios, que acerca soluciones también para la crisis alimentaria.
Los paisajes alimentarios son la base de los sistemas alimentarios alrededor del mundo. Un paisaje es un sistema socio ecológico complejo que contiene diversos tipos de uso del suelo, como la agricultura, la silvicultura, la conservación de la biodiversidad y las zonas urbanas.
"El enfoque de paisajes alimentarios está ganando fuerza en Ecuador, un territorio altamente degradado con especies en peligro, vulnerable al cambio climático. Significa una alternativa de producción sostenible”, opina Carolina Toapanta. Ella es la presidenta de la Fundación BOMACO (Bosques, Mares y Comunidades), organización aliada de Rikolto en Ecuador para el Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles en Ciudades (SAS-CI).
Entrevistamos a Carolina para comprender la relación entre la dinámica de la producción agrícola y la degradación de los ecosistemas y bosques. Esto es necesario para diseñar grandes estrategias que promuevan la producción sostenible de alimentos, y al mismo tiempo generen ingresos para las comunidades. Además, este conocimiento puede ayudarnos a aprovechar oportunidades de financiación para apoyar actividades de conservación, restauración y protección dentro de un área.
A través de estudios cofinanciados por el Instituto Ecuatoriano Forestal, de Áreas Naturales y de Vida Silvestre (INEFAN), Carolina describe una realidad que se conoce desde hace años. Los últimos sumideros de carbono en Ecuador son en su mayoría bosques secos, que ahora están en peligro de extinción. Están siendo invadidos, degradados, fragmentados y dañados por actividades como la quema de árboles. Se ha demostrado que todo esto contribuye enormemente al calentamiento global.
"Las prácticas agrícolas que atienden la demanda de algunos de los principales productos de moda continúan provocando quema de árboles en la provincia y cambios de uso de suelo. No se puede echar la culpa a los países productores, debemos hacer parte del proceso a los países consumidores," señala Toapanta.
Ella remarca la importancia de encontrar soluciones que convoquen a todos, que generen soluciones en la intersección entre conservación de bosques, producción agrícola y seguridad alimentaria, para cambiar el modelo de producción.
Poco a poco el modelo de monocultivo va quedan fuera del partido con países y consumidores interesados en una producción más sustentable con productos agroecológicos. Pero mientras no se cambie el modelo, la expansión de la frontera agrícola continúa afectando a los bosques en directa contradicción con esfuerzos globales para una producción sostenible.
BOMACO y Rikolto están sentando las bases para un enfoque de gestión integrada del paisaje. Se trata de un enfoque de múltiples partes interesadas para la gobernanza del paisaje que busca abordar compensaciones y sinergias entre las partes interesadas vinculadas a uno o más recursos naturales, y construir relaciones de colaboración para un paisaje sostenible.
El piloto inició en el año 2022, cuando comenzamos a trabajar con las organizaciones de productores La Asociación la Y de Cucuy, la Asociación de cangrejeros 15 de Agosto y ASOPROAGRIAPE. Este año se está considerando la integración de otra organización. Nos centraremos en los cuatro cantones de la Mancomunidad del Pacífico Norte (MANPANOR).
"Durante la recolección de cangrejos y camarones en los manglares, notamos que los recolectores de cangrejos no seguían los tamaños recomendados y recogían cangrejos que eran demasiado pequeños," señala, Toapanta.
Para abordar esto, Rikolto y BOMACO organizaron capacitaciones con la asociación de criadores de cangrejos del municipio de San Vicente (Manabí). “Después de asistir a nuestras capacitaciones, las asociaciones pudieron mejorar el proceso de obtención de cangrejo y pulpa de cangrejo. También mejoraron el empaque de sus productos para generar más ingresos”.
"Con la ayuda de una experta, se identificaron de zonas con cierto tipo de mangle que comen los cangrejos, que los vuelven más grandes y rentables. Esto podría beneficiar directamente a la producción y la economía de estas asociaciones. Ha sido increíble ver cómo va cambiando la situación y darnos cuenta ahí sueñan con un futuro diferente, donde la comunidad no dependa únicamente de ese tipo de productos.”
Otra de las alternativas viables en la zona puede ser la producción de miel con abejas meliponas, que utilizan flores del manglar. También se habla de las potencialidades del avistamiento de aves y turismo sostenible con las comunidades, lo que hará posible el involucramiento de más actores en torno al paisaje. El acompañamiento del programa también ha abierto discusiones sobre qué hacer durante los meses de veda de cangrejos para que las familias continúen teniendo ingresos, señala Toapanta.
“Se ha discutido mucho sobre la diversificación de la producción y la instalación de viveros o huertos en las casas de los socios de la asociación. Salinas es un caso exitoso de bioemprendimiento alimentario que puede replicarse en otras zonas”.
Para continuar el apoyo a los bioemprendimientos y a las acciones de restauración de manglares en la comunidad de Salinas, técnicos de Fundación Bomaco son parte del equipo consultor de la Universidad Espíritu Santo de Guayaquil para acceder al fondo REDD+ Early Movers (REM).
“La restauración de manglares se trabajará en Esmeraldas, Manabí, Guayas y el Oro. En Manabí, se priorizaron las zonas del Estuario del Río Chone y Estuario Río Cojimes, para apoyar bioemprendimientos e impulsar estrategias de restauración y producción sostenible.”
En Manabí y zonas aledañas, la negociación de zonas de conservación estricta en territorios, y a la vez de uso sostenible (por ejemplo, con bioemprendimientos) ha sido fundamental para abrir la discusión sobre la importancia de sistemas alimentarios.
Sin embargo, la falta de recursos en los gobiernos locales es un reto importante para concretar acuerdos en territorio. Juntarse para atraer fondos es una estrategia que vienen usando gobiernos cantonales como los de Pedernales, Jama, San Vicente y Sucre, que forman la MANPANOR.
Las Áreas de Conservación y Uso Sustentable (ACUS) tienen un enorme potencial para captar fondos externos que ayuden a la conservación, desarrollo productivo sostenible y cuidado de cuencas hidrográficas que se necesita en sus territorios.
Según la legislación ecuatoriana, las Área de Conservación y Uso Sustentable (ACUS) son un área creada por los gobiernos autónomos descentralizados, comunidades o propietarios privados, de importancia local, cuyo fin es conservar la biodiversidad y desarrollo de actividades sustentable para garantizar el mantenimiento de los servicios ecosistémicos que beneficien a la vida humana. Bajo ciertos requisitos, las ACUS pueden optar por convertirse en un área protegida declarada por la Autoridad Ambiental Nacional.
“En las ACUS las zonas núcleo se conservan y las zonas que están fuera son áreas de uso sostenible que promueven alternativas que no degradan estos bosques. Es un enfoque que permite aprovechar mejor la realidad de la costa de Ecuador”, señala Toapanta.
“Estamos elaborando planes de manejo de las ACUS en cantones como Jama y Pedernales, con fondos de la prefectura de Manabí. Nos preparamos para recibir fondos del Programa Pago por Resultados de ProAmazonía/PNUD y el Fondo de Inversión Ambiental Sostenible. Con esto último se ejecutará el plan de manejo que incluye la contratación de guardabosques comunitarios y el control y monitoreo de alertas tempranas, por ejemplo.”
Actualmente se están firmando acuerdos de conservación y restauración en el área de la MANPANOR, donde se responsabiliza a propietarios (privados) para conservar y promover la restauración de hectáreas en su propiedad.
Dentro de las ACUS existen también oportunidades de bioemprendimientos, como los lideradas por mujeres de la Asociación Y de Cucuy. Ellas fueron capacitadas en procesamiento de fruta y elaboración de mermeladas y vinos, productos que luego sería promovidos en ferias.
Rikolto continuará el apoyo para el diseño de empaques o sellos para posicionar sus productos en el mercado, facilitar ruedas de negocio y tender puentes con el mercado. Con asociaciones de emprendedores agrícolas como ASOPROAGRIAPE se impulsaron capacitaciones en prácticas agroecológicas, finanzas y buenas prácticas de manufactura.
“Con Rikolto queremos impulsar los liderazgos de mujeres y jóvenes en los bioemprendimientos, en las comunidades, tocando en las capacitaciones temas como las relaciones de género y masculinidades, u acceso a financiamiento.”
BOMACO y Rikolto colaboran a través del programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles para las Ciudades (SAS-CI) para aplicar el enfoque de paisajes alimentarios en la provincia de Manabí. Incentivamos la producción agrícola sostenible y la generación de ingresos con bioemprendimientos alimentarios en los cantones miembros de la MANPANOR.
Este 2023 la alianza de Rikolto con BOMACO proveerá asistencia técnica para la mancomunidad en iniciativas que promueven la producción sostenible, bioemprendimientos y promoverá intercambios de experiencias con otras mancomunidades exitosas en Ecuador.
¿Quieres saber más sobre nuestro trabajo en Ecuador? Comuníquese con nuestra colega -Carolina Salazar - Coordinadora del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles en Ciudades - Ecuador.
Redacción y edición: Natalia Palomino | Entrevista: Carolina Salazar