Hace 22 años, antes de que el cacao llegara a sus tierras y a su vida, Santos Marcial Leiva Terrones, tenía miedo. En el distrito de Pólvora, provincia de Tocache, en el departamento de San Martín, reinaba la hoja de coca ilícita y la subversión. Solo había asaltos y muertes, eso recuerda. Quienes sembraban hoja de coca para sobrevivir en medio de ese caos, como Santos Marcial, tenían miedo de ser detenidos o de convertirse en víctimas de la delincuencia, el narcotráfico o el terrorismo. El milagro para salir de esa situación estaba en el potencial productivo de la zona.
“Fui el primer cacaotero de mi zona”, cuenta Santos Marcial, hoy socio fundador de una de las cooperativas líderes de la región, ASPROC-NBT. Él fue testigo de cómo hace 20 años las hectáreas con hoja de coca (cultivo ilícito) se erradicaron y se comenzó a sembrar arroz, palma, café y cacao, principalmente.
Costó mucho restablecer esos suelos para que el cacao se adaptara, refiere, pero valió la pena. Hoy miembros de su cooperativa no cultivan cacao de alta calidad en considerable extensión, lo exportan y también se benefician de la producción diversificada con plátano y papaya. Conoce cómo el proyecto “Cacao Noramazónico Sostenible”, implementado por la Asociación Peruana de Productores de Cacao (APPCACAO) en alianza con Rikolto, partió de esta visión para contribuir a la sostenibilidad y posicionamiento del sector cacaotero en la macro región noramazónica.
La Cooperativa Agroindustrial ASPROC-NBT se ubica en el centro poblado Nuevo Bambamarca, provincia de Tocache, departamento de San Martín. “Nuestra actividad principal es la producción, acopio y la comercialización del cacao orgánico y convencional. También producimos chocolate.”, refiere John Lizana, actual dirigente de la organización.
Actualmente la cooperativa con 283 socios registrados, entre ellos Santos. Él trabaja desde una finca diversificada de 10 hectáreas, 4 de las cuáles destina a cacao orgánico y 6 a cultivos como maíz, papaya, frejol, arroz, naranja tangelo, coco, mango y un área conservada de monte alto. El proyecto promueve fincas como la suya, también con especies forestales nativas, por sus beneficios para la producción de cacao orgánico.
Por socios como Santos, el cacao de ASPROC cuenta actualmente con certificación orgánica, sostenible y de Comercio Justo. “Un logro importante de la cooperativa fue el retorno al mercado internacional con la exportación de 25 Tm de cacao orgánico a Bélgica con la empresa PRONATEC AG” añade Teófilo Beingolea, coordinador de proyectos de Rikolto. Al cierre del proyecto en 2022, 81 productores socios eran parte de este éxito del cacao orgánico para exportación.
Durante pandemia la cooperativa emprendió junto a Rikolto un proceso de fortalecimiento organizacional que fue clave para lograr la exportación de cacao orgánico. El proceso puso énfasis en aspectos clave: control de calidad, trazabilidad, certificaciones y logística de venta, así como las capacidades del personal para exportaciones, sistemas internos de control, buenas prácticas agrícolas, gestión contable y tributaria.
“En la cooperativa aprendí sobre manejo de suelos, a elegir la mejor semilla, a hacer compost para la plantación del vivero, de injertos, de la poda y manejo de plagas. Hasta ahorita sigo aprendiendo, desde la semilla hasta la elaboración de chocolate en nuestra pequeña planta en la cooperativa”, declara Santos Marcial. Y es que el interés de los socios de ASPROC no se limita a la finca, sino que se expande a todo el proceso de producción y su diversificación.
El futuro del cacao peruano está en seguir el trabajo de organizaciones como ASPROC, con una fuerte base asociativa, de socios comprometidos con el negocio, sostiene Luis Mendoza, gerente de APPCACAO. “Estas experiencias nos demuestran que en el cacao hay una cadena muy dinámica, que viene generando oportunidades a las familias para mejorar sus condiciones de vida. Ello a su vez permite la inversión en diversificación de sus actividades, mucha innovación, interés por el conocimiento que vienen también desde las fincas”, asevera.
Gracias al acompañamiento del proyecto Cacao NorAmazónico, en el periodo 2020-2021 ASPROC logró comercializar 317 Tm de cacao convencional y orgánico al mercado nacional e internacional. En pandemia (2020) se lograron 150,00 toneladas de producción de cacao para exportación de cacao, destacaron avances en la producción de derivados como la manteca y polvo de cacao, y continuaron la producción de chocolate para el mercado interno.
El proyecto Cacao NorAmazónico Sostenible buscó aportar al posicionamiento del cacao en la macro región noramazónica, partiendo de esa importante base productiva y asociativa, “en torno a la cual deben aglutinar los esfuerzos del Estado, empresas y la cooperación internacional” finaliza Mendoza. Solo así el cacao peruano conquistará nichos de mercados que buscan cacao de variedades finas o de aroma con alto rendimiento, tolerancia a plagas y enfermedades, y sobre todo sostenible.
Del 2020 al 2022 el proyecto “Cacao Noramazónico Sostenible” fue parte del Programa SeCompetitivo de la Cooperación Suiza – SECO, facilitado por Helvetas. En las regiones de San Martín, Amazonas, Piura y Tumbes; el proyecto favoreció a 2 mil 385 pequeños productores de cacao asociados a cooperativas agrarias, entre ellas las organizaciones APROCAM (Amazonas) y ASPROC (San Martín), con las que Rikolto colaboró en el marco del proyecto. Revisa los principales resultados del proyecto aquí. El proyecto complementa los esfuerzos de nuestro Programa de Cacao y Café Sostenibles.
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Teófilo Beingolea
Coordinador de proyectos de cacao y café | Perú