"Siento que con los sistemas dinámicos agroforestales de cacao voy por buen camino para mejorar mi trabajo », afirma Fernando García, agricultor de la comunidad de Barbas Cheles, en Cortés (Honduras). García pasó de producir en un modelo de monocultivo y quemar sus campos después de cada siembra, a desarrollar una explotación diversificada. Aunque hace poco que empezó con este sistema, ya está percibiendo beneficios, esta es su historia de descubrimiento y colaboración.
Este agricultor de 67 años es miembro de la cooperativa San Fernando. En 2020, aprendió desde cero el cultivo del cacao en sistemas agroforestales dinámicos con la organización de agricultores. Desde entonces, cambió su forma de producción.
Con la agroforestería dinámica, las explotaciones de cacao tienen diversidad de plantas para fomentar la relación entre el suelo y las plantas. De ese modo, se optimizan los rendimientos respectivos y se mejoran las condiciones, por ejemplo, con la producción de cultivos ecológicos.
Fernando gestiona una de las seis parcelas piloto de sistemas agroforestales dinámicos de cacao apoyados por la fundación de la empresa chocolatera suiza Chocolats Halba, el proyecto Gestión del Conocimiento de la cadena de valor del cacao en Centroamérica (GESCON) ejecutado por Rikolto, y el proyecto PROCACAHO, financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.
«Empezamos con seis parcelas piloto de cacao bajo agroforestería dinámica y aprendimos sobre sus retos de implementación y ventajas para la producción de cacao orgánico junto con los agricultores. Ese es el enfoque de Chocolats Halba», afirma Luis Regalado, director de la Fundación Chocolats Halba en Honduras.
«La agroforestería dinámica en la producción de cacao orgánico es sostenible porque facilita el cumplimiento de las normas de certificación orgánica. Esto se debe a la diversidad de especies incluidas y a las prácticas de manejo implementadas en la finca, como la conservación de suelos, la cobertura de cultivos y las prácticas enfocadas a reducir la erosión con una alta acumulación de biomasa convertida en materia orgánica. Todas estas prácticas mejoran las condiciones de producción de los suelos cacaoteros en Honduras», afirma Regalado.
«Primero implanté el sistema con judías, maíz, plátano y Canavalia, una planta utilizada como abono verde y cultivo de cobertura. Ahora cultivo frutas como piña y mandarina, pero también otros cultivos como mandioca, guanábana y madera, junto con mis plantas de cacao», dice Fernando.
El productor indica que actualmente tiene 135 plantas frutales, 135 madereras y 600 de cacao en cada parcela de 0,7 hectáreas.
Estableció esta mezcla utilizando cítricos, mango, guayaba y otras especies basándose en las recomendaciones de Chocolats Halba. En la escuela de campo a la que asistió junto con otros productores, también aprendió sobre el espaciamiento entre plantas maderables, frutales y de cacao.
Benancio Bonilla, técnico de Chocolats Halba: «En las parcelas dinámicas agroforestales de cacao, comienzan cultivando plantas como frijol, maíz, gandules, yuca, pimienta y ayote (calabaza). Así producen granos para la familia productora e incorporan biomasa al suelo».
Fernando ha cambiado completamente sus prácticas.
"Ya no quemo mis campos. Ahora, sólo limpio las malas hierbas de las tierras cultivadas. Además, mi gestión del suelo y de los cultivos ha mejorado. También estoy produciendo y aplicando abonos orgánicos. Aprendí a fabricarlos con los recursos de la granja en las escuelas de campo que imparte Chocolats Halba. Pero lo más importante es que en el futuro el abono orgánico lo producirá el propio sistema agroforestal dinámico, sin necesidad de traerlo de fuera."
El agricultor muestra orgulloso el abono orgánico que está procesando, que elaboró con plátano picado, caña de azúcar troceada, serrín, hojas y ceniza.
«En la escuela de campo, todos hicimos abono orgánico. Lo apliqué a los árboles desnutridos y ya hemos visto la mejoría», dice Fernando.
«Vemos que el suelo mejora cuando se incorpora materia orgánica, y eso es lo que queremos conseguir con la producción dinámica agroforestal de cacao. El sistema es amigable con la producción orgánica y encaja muy bien con lo que queremos desarrollar en Honduras», dice Regalado.
Los sistemas dinámicos de cacao agroforestal son también una medida para luchar contra el cambio climático.
Según Regalado, ayudan a reducir el impacto negativo de la sequía. La mayor cantidad de materia orgánica en el suelo reduce la pérdida de humedad y se reduce el impacto del estrés en la planta.
García ya está obteniendo ingresos de la parcela a pesar de que el cacao aún está en su segundo año de desarrollo. Ya ha comercializado los plátanos que plantó para dar sombra al cacao: «Estoy motivado para ampliar el sistema en mi parcela, por los beneficios de tener sistemas agroforestales dinámicos de cacao y un mercado garantizado para mi cacao ecológico gracias a Chocolats Halba.»
Desde 2021, el proyecto PROCACAHO y la Fundación Chocolates Halba, con el apoyo de una agencia internacional, implementaron el proyecto de cacao agroforestal dinámico en 80 hectáreas con 80 productores de las cooperativas.
«Las parcelas piloto lograron el objetivo y sirvieron para generar capacidades con la introducción del sistema agroforestal dinámico a Honduras», dice Ninoska Hurtado, coordinadora del proyecto en Rikolto.