En el municipio de Manantial de Guangala, al norte del cantón Santa Elena en Ecuador, muchos agricultores tienen más de 50 años. Consideran que los cultivos de ciclo corto, como el maíz y los pimientos, requieren demasiado esfuerzo y no ven que sigan cultivándolos a largo plazo. Un día, un grupo de 15 familias de la zona soñaron con un futuro con cultivos más "perennes". Hace poco más de un año nació la idea de iniciar un negocio de cacao.
“Dijimos, si queremos sembrar cacao, tenemos que ir a Portoviejo, al INIAP (Instituto Nacional de Estudios Agropecuarios), a comprar plantones o plantas porque aquí no las podemos comprar. No sabíamos nada sobre cacao", dice José Beltrán, vicepresidente de la comuna y promotor de la iniciativa de viveros en la zona.
Manantial de Guangala participó en el programa MOCCA financiado por el USDA y liderado por Technoserve y Lutheran World Relief. Como implementador del programa en Ecuador, Rikolto en alianza con el proyecto PIATER (“Proyecto de Innovación de Servicios de Asistencia Técnica y Extensión Rural”) del Ministerio de Agricultura y Ganadería entregó a la comunidad equipos de riego y 5.000 plantas para viveros. El grupo contaba con 500 plantas injertadas hasta agosto de 2022. Ahora cuentan con semillas adaptadas al clima de la zona. "Había algunos agricultores con producción de cacao en la zona y su producción era muy buena. Entonces sabíamos que el cacao se adaptaba muy bien a este entorno", señaló.
El grupo de viveristas comenzó a trabajar en conjunto en enero de 2022. Su objetivo es injertar 22.000 plantas en el primer lote, aunque el trabajo avanza según las posibilidades de los voluntarios de la comuna.
Beltrán señala que dedican un día a la semana al injerto: “somos un grupo de al menos 10 personas para realizar esta tarea”. Isabel Ramírez, otra comunitaria de la zona, dice que ha sido difícil encontrar una dinámica que se adapte a todos: “venimos 3 o 4 veces por semana a regar, por ejemplo, a veces no podemos estar todos juntos”. “Muchas personas de la comunidad no creían que esta dinámica fuera a tener éxito, pero ahora ven que está funcionando”, dice Angélica Vera.
Junto a sus compañeros, José ve en el cacao una esperanza que puede convertirse en una fuente de ingresos para su jubilación. "Soy ebanista de profesión, quiero hacer una transición: quiero poner la agricultura en primer lugar y dejar la ebanistería en un segundo plano. Me gustaría llevar plantas injertadas, con mis propias manos, a mi finca, así evito el gasto de traerlo de otra parte."
"Hemos recibido una capacitación de un ingeniero del Ministerio de Agricultura y Ganadería. Todos hemos puesto nuestras manos para injertar estas plantas. Queremos ver quién tiene la 'mejor mano' para injertar, porque no todos podemos ser expertos , pero tendremos otras actividades".
Rodrigo Mena, asesor técnico del programa MOCCA, explica que la idea es crear las condiciones para transformar el vivero de cacao en un vivero agroforestal.
“En ese sentido, el cultivo principal será el cacao, pero también habrá un porcentaje de frutales, cítricos y plantas maderables”.
Una vez injertado un primer grupo de plantas, estas ganarán valor y podrán comercializarse en la zona. “La idea es que en el futuro vengan agricultores del sector y compren 100, 200 plantas”, afirma José. "Y no será sólo cacao, también queremos cultivar árboles frutales".
José comenta que en la agricultura es muy fácil volverse dependiente de insumos agroquímicos. Es un firme promotor de los beneficios de la agroecología: "A causa de la crisis, la urea se volvió muy cara, un saco de urea valía más de 50 dólares. Los productores se preguntaban '¿qué hacemos? Yo tenía un preparado orgánico, "No la vendí, pero les di una probada. Después ya no me aplicaron 8 sacos de urea, sino 4 (mitad y mitad)".
La iniciativa de viveros en la zona reafirma su compromiso con una agricultura más resiliente.
“Hoy estamos convencidos de que la agricultura ecológica funciona, sólo hay que dedicarse. Necesitamos los viveros para ampliar los cultivos y tener explotaciones de calidad”.
Al 2023, con el apoyo del Proyecto MOCCA, se instalaron y pusieron en producción 68 viveros en 13 provincias del Ecuador. De ellos, 60 se implementaron mediante convenio con el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
A mayo de 2023 se produjeron 807.020 plantas de cacao y se entregaron 527.155 a 782 productores. Además, se produjeron 23.200 plantones de árboles frutales y maderables.
Para lograrlo, se impartieron capacitaciones por parte de expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) a los técnicos del ministerio. Se conformó una red de 55 formadoras MAG para atender las guarderías establecidas en coordinación con MAG, INIAP y MOCCA. Como resultado, se capacitaron 53 viveristas en 13 provincias (Azuay, Bolívar, Cañar, Chimborazo, Cotopaxi, El Oro, Guayas, Los Ríos, Manabí, Pichincha, Santa Elena, Santo Domingo de los Tsáchilas y Zamora Chinchipe). A las jornadas de formación de viveros también asistieron productores y socios que participaron activamente en cada uno de los temas impartidos, alcanzando un total de 674 participantes.
MOCCA es una iniciativa de siete años financiada principalmente por el Departamento de Agricultura de EE. UU. a través de su programa Food for Progress, cuyo objetivo es aumentar la productividad y el comercio agrícolas. TechnoServe es el líder del consorcio MOCCA y dirige el programa de café, mientras que Lutheran World Relief lidera el programa de cacao.