Rikolto forma parte de un consorcio multidisciplinario que recientemente recibió 3,8 millones de dólares para lanzar el proyecto “Sistemas alimentarios centrados en las personas: fomento de enfoques basados en los derechos humanos”.
Un consorcio de proyectos multidisciplinarios liderado por la Dra. Jessica Fanzo, Profesora Distinguida Bloomberg de Política y Ética Agrícola y Alimentaria Global en la Universidad Johns Hopkins, recibió una subvención para aplicar un enfoque basado en los derechos humanos a los sistemas alimentarios.
El premio apoya la primera fase de un proyecto de diez años para fortalecer la capacidad de los gobiernos, los campesinos y otras personas que viven en áreas rurales para adoptar e incorporar marcos de derechos humanos como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en Zonas Rurales (UNDROP) en la política alimentaria y la acción de los sistemas alimentarios.
El equipo del proyecto pretende promover, crear capacidades y desarrollar herramientas de responsabilidad para integrar mejor los marcos de derechos humanos en la política y la acción del sistema alimentario.
La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación contribuirá con la mitad de la subvención y el resto será financiado conjuntamente por las organizaciones miembros del consorcio. El consorcio incluye a la Universidad Johns Hopkins, el CIAT en representación de la Alianza de Bioversity International, el Instituto Internacional de Reconstrucción Rural (IIRR) y Rikolto.
Los pequeños agricultores producen más del 80% de los alimentos del mundo, pero esta población diversa sufre desproporcionadamente hambre, pobreza, discriminación, conflictos violentos y cambio climático. Los instrumentos de derechos humanos como la UNDROP representan un gran paso adelante en la protección de sus derechos humanos, pero se necesita más trabajo para integrarlos efectivamente en las políticas de sistemas alimentarios. Dra. Jessica Fanzo, profesora de la Universidad Johns Hopkins
El proyecto tiene como objetivo caracterizar las limitaciones a nivel mundial y dentro de los países para que los campesinos y otros habitantes rurales reclamen sus derechos a la seguridad alimentaria, se adapten al cambio climático y lo mitiguen, y preserven la agrobiodiversidad fundamental para sus medios de vida.
Las actividades iniciales del proyecto se llevarán a cabo en Camboya, Etiopía, Honduras y Uganda con la intención de ampliar el enfoque a otros países en fases posteriores y producir orientación global sobre este tema.
En Honduras, Rikolto coordina la fase preparatoria del proyecto denominado "Derecho Humano a la Alimentación", que se espera concluya en 2025. A través de la iniciativa se brindarán foros para la revisión, análisis de los marcos regulatorios en las leyes y acciones que conducirán a la creación de un marco normativo sobre el derecho humano a la alimentación en el país centroamericano.
“Rikolto traza un camino claro y unificador hacia sistemas alimentarios sostenibles al centrarse en intervenciones como estas para remodelar los roles de múltiples actores del sistema alimentario desde el nivel global hasta el local. Estamos entusiasmados de ser parte de este esfuerzo conjunto para permitir un enfoque de los sistemas alimentarios basado en los derechos humanos. El acceso a alimentos suficientes y saludables es un derecho... no un privilegio. Nataly Pinto, directora del programa Good Food for Cities de Rikolto en América Latina
La Universidad Johns Hopkins (JHU) es una de las principales instituciones académicas de EE. UU. que se centra en la enseñanza, la erudición y la investigación. La Alianza de Bioversity International y el CIAT es una organización de investigación internacional para el desarrollo que forma parte del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional, la red internacional más grande de investigación pública agrícola al servicio del Sur global.
El Instituto Internacional de Reconstrucción Rural es una organización internacional sin fines de lucro cuyo objetivo es permitir a las comunidades, y a quienes trabajan con ellas, desarrollar soluciones innovadoras pero prácticas a la pobreza a través de un enfoque de desarrollo liderado por la comunidad, y compartir ampliamente estas lecciones para fomentar la replicación.