Rikolto existe desde hace más de 50 años. Medio siglo durante el cual nuestra misión, visión y enfoques han evolucionado en un intento de seguir siendo relevantes ante los retos globales y locales en constante evolución y de maximizar nuestro impacto teniendo en cuenta nuestros modestos recursos. Entre 2015 y 2019, Rikolto experimentó una serie de cambios importantes: una transición de una organización no gubernamental con sede en Bélgica a una organización en red con un liderazgo descentralizado, un nuevo nombre más cercano a nuestra misión (Rikolto significa «cosecha» en esperanto), una estructura organizativa construida en torno a 3 programas globales y la adopción de sistemas alimentarios sostenibles como marco general de nuestro trabajo. Estos cambios estuvieron motivados por la ambición de descolonizar nuestra forma de trabajar y amplificar nuestro impacto más allá de los resultados inmediatos de nuestras actividades sobre el terreno. Nos dimos cuenta de que nuestro enfoque se centraba quizá demasiado en mejorar los ingresos de los agricultores mediante mayores ventas en los mercados de exportación, a expensas de la disponibilidad de productos sanos y seguros para los consumidores locales. El pensamiento sistémico adquirió mayor relevancia en el desarrollo de nuestra estrategia y se fue incorporando gradualmente al diseño de todos nuestros programas y proyectos.
En este artículo describimos qué entendemos por sistemas alimentarios sostenibles y por qué decidimos convertirlo en nuestro marco programático general.
El Grupo de Alto Nivel de Expertos define un sistema alimentario sostenible como un sistema alimentario que garantiza la seguridad alimentaria y la nutrición para todos de manera que no se pongan en peligro las bases económicas, sociales y medioambientales para generar la seguridad alimentaria y la nutrición de las generaciones futuras (HLPE, 2018). En la práctica, un enfoque de sistemas alimentarios sostenibles considera los sistemas alimentarios en su totalidad, teniendo en cuenta las interconexiones y compensaciones entre los diferentes elementos de los sistemas alimentarios, así como sus diversos actores, actividades, impulsores y resultados. Su objetivo es maximizar simultáneamente los resultados sociales en las dimensiones medioambiental, social (incluida la salud) y económica (Alianza de Bioversity y CIAT, PNUMA y WWF, 2021).
Los sistemas alimentarios son extremadamente complejos y en ellos influyen innumerables factores, desde las preferencias alimentarias individuales a nivel micro hasta los precios mundiales de los productos básicos a nivel macro, sin olvidar la configuración de los entornos alimentarios que determinan qué alimentos están disponibles y son accesibles y asequibles para los ciudadanos. Comprender cómo interactúan entre sí las distintas partes del sistema y cómo pueden afectar las posibles intervenciones a los distintos resultados de los sistemas alimentarios es importante para evitar consecuencias imprevistas y sortear con éxito las disyuntivas. Este proceso ayuda a crear consenso en torno a los hechos y a alejarse de debates sesgados. Para Rikolto, esto significa establecer asociaciones con instituciones de investigación para realizar análisis de los sistemas alimentarios y documentar los resultados de diversas innovaciones e intervenciones en el sistema alimentario, de modo que puedan servir de base para los debates entre las múltiples partes interesadas y los procesos de formulación de políticas. Además del conocimiento académico, también adoptamos la inteligencia local y territorial apoyando a las personas con experiencias vividas en los sistemas alimentarios (agricultores, consumidores, vendedores del mercado, etc.) para que compartan sus conocimientos e influyan en esos espacios. Es importante destacar que el proceso a través del cual se debaten las pruebas es tan importante como las propias pruebas y conocimientos, lo que nos lleva a nuestro segundo principio.
Para abordar cuestiones interrelacionadas de forma integrada, Rikolto apoya iniciativas que mejoren la coordinación territorial y entre múltiples partes interesadas. Esto significa reunir en torno a una misma mesa a personas de diferentes ámbitos (gobierno, sociedad civil, sector privado, mundo académico, etc.), sectores (agricultura, comercio, infraestructuras, salud y nutrición, transporte, planificación, etc.) y territorios (por ejemplo, varias jurisdicciones de gobiernos locales que se encuentran -total o parcialmente- dentro de una región concreta) para desarrollar una comprensión compartida de los problemas que quieren abordar colectivamente. Esto también les permite identificar nuevos recursos, fomentar el aprendizaje compartido, navegar por las compensaciones e influir en el diseño de nuevas iniciativas y políticas. Los desequilibrios de poder entre los participantes pueden a menudo obstaculizar el proceso e impedir que los grupos marginados participen activamente. Para tratar de resolver este problema, Rikolto ha elaborado un conjunto de herramientas sobre procesos multipartitos que incluye varios instrumentos, consejos y enfoques para hacer frente a los desequilibrios de poder e igualar las condiciones.
Este tercer principio se refiere a la colaboración entre diferentes niveles de gobierno e influencia -local, provincial, regional y nacional- para tener claras las competencias, el poder, los instrumentos y las capacidades que cada nivel puede aprovechar para apoyar la transformación del sistema alimentario. Aunque las iniciativas apoyadas por Rikolto están ancladas en geografías específicas, nuestra ambición es utilizar estos proyectos piloto como prueba de lo que potencialmente podría funcionar a mayor escala con el apoyo de actores nacionales y regionales (gobiernos, empresas, inversores). Fomentar el diálogo entre estos diferentes niveles en las distintas fases del diseño y la aplicación de la innovación es esencial para crear aceptación y sentar las bases para su reproducción.
Para mantener unos sistemas alimentarios más sanos y sostenibles a largo plazo, debe haber incentivos o compensaciones para que todos los agentes cambien su comportamiento. Estos incentivos pueden ser monetarios (mejores precios), normativos (obligaciones legales), culturales (modificación de las normas sociales) o basados en la innovación (por ejemplo, aumentando la comodidad de ciertas prácticas), por nombrar algunos. El cambio de comportamiento casi siempre requiere una combinación de estas diferentes medidas. La creación de estos incentivos está en el centro de nuestra estrategia de negocio inclusivo, que consiste en hacer negocios con una perspectiva a largo plazo, satisfaciendo las necesidades tanto de los agricultores como de los compradores.
Para garantizar que las bases económicas, sociales y medioambientales que generan la seguridad alimentaria y la nutrición de las generaciones futuras no se vean comprometidas, es esencial que los sistemas alimentarios se mantengan dentro de los límites medioambientales de nuestro planeta y no dañen la biodiversidad, los ecosistemas ni el clima. Por ello, Rikolto se esfuerza por incorporar prácticas circulares, climáticamente inteligentes y de mejora de la eficiencia en la cadena alimentaria. Por ejemplo, nuestras actividades a nivel de producción sostenible de alimentos pretenden acompañar a los productores hacia la adopción de prácticas agrícolas regenerativas que restauren la biodiversidad degradada del suelo y recreen un ecosistema en el que microorganismos como hongos, insectos, bacterias y microbios puedan almacenar carbono, convertir los residuos en nutrientes y retener el agua de manera eficiente. Más información sobre el enfoque de Rikolto hacia la agricultura regenerativa aquí.
Aunque la necesidad de un enfoque de sistemas alimentarios sostenibles es objeto de un amplio consenso entre las organizaciones que trabajan en sistemas alimentarios urbanos y en el acceso de los ciudadanos a alimentos sanos, el enfoque de la cadena de valor sigue dominando ampliamente entre las organizaciones que trabajan en los sectores del cacao, el café y el arroz, 3 de los productos básicos en los que se centra Rikolto. En Rikolto sostenemos que esto no es suficiente y que debe adoptarse un verdadero enfoque sistémico para abordar las causas profundas que impiden a las comunidades del cacao, el arroz y el café obtener unos ingresos dignos y proteger los ecosistemas naturales de los que dependen. Las acciones aisladas que abordan cuestiones específicas como la mejora de las prácticas de producción, el tamaño de las parcelas agrícolas o la profesionalización de las organizaciones de agricultores no tendrán éxito si no van acompañadas de medidas que aborden otros retos importantes de la comunidad. Esto requiere un planteamiento multiestratégico que combine actividades dirigidas a las necesidades a corto plazo con inversiones a largo plazo. Por ello, nuestra estrategia en los principales productos básicos va más allá de trabajar para que los agricultores tengan unos ingresos dignos, y consiste en colaborar para lograr sistemas alimentarios locales sostenibles que permitan prosperar a las comunidades. Creemos firmemente que este enfoque es necesario para conseguir cadenas de suministro sostenibles de cacao, café y arroz en el futuro.
En los próximos meses compartiremos una serie de historias para ilustrar cómo ponemos en práctica estos principios en nuestros tres programas mundiales. Nuestra práctica dista mucho de ser perfecta, y la realidad a menudo nos alcanza. Aun así, aprendemos constantemente de nuestras experiencias y nos esforzamos por mejorar la forma en que diseñamos y llevamos a cabo nuestras actividades con nuestros socios para avanzar hacia unos ingresos sostenibles para los agricultores y unos alimentos sanos y asequibles para todos.