Fue la respuesta del joven agricultor Abraham, cuando le preguntamos porque es importante para él mejorar sus prácticas en la agricultura, mientras intentaba vender sus productos en un colorido mercado urbano en Tegucigalpa, Honduras.
La frase describe una pieza clave de la misión de Rikolto, producción y acceso a alimentos sanos y de calidad para todos y todas, tomates “bonitos por dentro”, y ¿qué podría significar "bonitos por fuera"?.
La respuesta no es la forma, como cita la ONU, América Latina ya es responsable del 20% de desperdicio global de alimentos que se pierden desde la poscosecha hasta el comercio minorista, principalmente frutas y vegetales descartados por sus formas irregulares.
Lo bonito podría ser lo que hay detrás, un ejemplo es la alianza entre compañías exportadoras, empresas de insumos agrícolas y agricultores a pequeña escala, para aumentar la productividad y competitividad de 1,700 agricultores hortícolas en Guatemala, Honduras y Nicaragua.
Esto se logró a través de un programa para la gestión del conocimiento en el sector hortícola que Rikolto inició en el año 2017 junto a 23 organizaciones de agricultores de los 3 países con el apoyo financiero y técnico de empresas e instituciones de investigación como Tomabel, REO- Veiling, ARDO, De Lochting e INAGRO y la provincia occidental de Flandes en Bélgica.
La decisión de trabajar con organizaciones de los tres países no fue a la ligera, antes Rikolto organizó con mucho éxito un intercambio entre cooperativas hortícolas de Nicaragua y agricultores de Bélgica.
Las cooperativas nicaraguenses que usualmente se miraban como competidoras se abrieron más a la idea de colaborar.
Luego de escuchar de los agricultores belgas sobre el trabajo coordinado entre cooperativas en acopio, comercialización en bloque, desarrollo de investigaciones e innovaciones en conexión con centros de investigación como INAGRO que les permitia incrementar su productividad y sostenibilidad y traducirse en ventas a gran escala en Bélgica y Europa.
Para afianzar las estrategias comerciales y la validación de tecnológias productivas de los agricultores centroaméricanos, Guillermo Gutierrez de Rikolto emprendió dos estrategias:
No es fácil integrar al sector académico, al sector privado, productores y organismos internacionales. Estamos acostumbrados a ciclos de conferencias entre científicos pero no entre productores y exportadores, por eso la labor del proyecto ha sido muy positiva. Este enfoque de ahora en adelante lo tomo en cuenta para replicar ejercicios similares
Henk Vandevelde de Tomabel, Johan Pattyn del REO-veiling, y Peter Bleyaert de INAGRO son los productores que participaron en un intercambio práctico con los agricultores de la cooperativa hortalicera nicaraguense Ecovegetales.
Generar alianzas entre organizaciones de productores suena sencillo puesto que trabajan en el mismo rubro pero este fue solo el primer desafío. Rikolto ofreció los espacios para compartir e intercambiar información en un ambiente de confianza entre asesores, productores, directivos de cooperativas, esto en cada país y luego entre países.
Segundo, colaborar con más actores del sector hortícola interesados en realizar intercambios de conocimientos y generar innovaciones como las empresas Fairfruit, Rijk Zwaan, Protecciones Agrícolas, RONAIX, ONGDs, universidades, entre otros. Con ellos se unieron recursos humanos y financiamientos, lo que incrementó el número de eventos, validaciones e innovaciones, principalmente en el área tecnológica.
En colaboración con la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) y la Universidad El Zamorano de Honduras se dió la primera de 22 escuelas de campo en total facilitadas por el proyecto. En estas escuelas se impartieron herramientas y metodologías a asesores técnicos de las organizaciones de productores de los tres países, estos a la vez organizaron 23 réplicas en sus respectivos países.
La implementación de innovaciones a veces tiene un costo monetario alto, por eso fue de gran utilidad el apoyo y cofinanciamiento de las empresas privadas y otras instituciones.
Aprendimos que las empresas y otras instituciones están dispuestas a colaborar y cooperar entre sí, sobre todo en el tema de innovación tecnológica, el eslabón faltante muchas veces son espacios multiactores como el que facilitó el proyecto.
“A partir del proyecto vemos muy importante la incorporación de la empresa privadas en acciones de desarrollo tecnológico con productores. Trabajamos con los agricultores a nivel técnico pero necesitamos evaluar otras maneras para transmitir conocimientos a los agricultores que nos dan la materia prima” dice José Maldonado de Fair Fruit/ADISAGUA, para él estos procesos deben ir en alianza con la universidad y la empresa privada para que sea sostenible en el tiempo a corto y largo plazo. Fair Fruit organizó junto a UVG dos escuelas de campo dirigidas a técnicos que también replicaron los aprendizajes.
Los intercambios vivenciales organizados generaron un mayor clima de confianza, asi como el ínteres de validar más prácticas. Se dieron en Guatemala, en Honduras y un grupo viajó también a Bélgica. ¿Los resultados? las cooperativas socias del programa en Nicaragua consolidaron su alianza comercial a la que denominaron UCHON, con la cual pretenden “aumentar la producción para optar a nuevos mercados. Ahora con la unión de cooperativas (UCHON) queremos llegar a diferentes nichos de mercado.” dice Jaime Rivera de la cooperativa Coosempoda de Nicaragua.
También, este proceso les enfrentó ante las amenazas del cambio climático. “Ahora le damos a las plantas lo que necesitan solo cuando lo necesitan” dice Jaime, que destaca que colaborando con las empresas y la universidad fue más sencillo iniciar o mejorar modelos de producción como la agricultura protegida y la incorporación de productos biológicos, prácticas que permiten bajar la carga química que se les aplica a los cultivos.
La alianza con la academia facilita coordinar programas con prácticas supervisadas, acceso a laboratorios, docentes con conocimientos actualizados. Esto es algo que de ninguna manera estamos aprovechando en Centroamérica y es algo a lo que le apostamos desde ya.
José Maldonado
Fair Fruit/ADISAGUA
La innovación fue un objetivo claro del programa y como resultado del intercambio de experiencias en Bélgica se prendió la llama de la hidropónia.
En Honduras, Rikolto junto al Consorcio Agrocomercial de Honduras (600 agricultores miembros) socios del programa y el cofinanciamiento de la microfinanciera Appui au Développement de Luxemburgo, se realizó una validación de producción de lechuga con sistema hidropónico con lo que se obtuvieron evidencias en cuanto a costo y manejo de la tecnología, determinando que cultivos se pueden producir en las condiciones climáticas de Honduras.
Los resultados permitieron aplicar a los fondos de EUROSAN Innova de la Unión Europea y actualmente se están desarrollando 22 estructuras protegidas con sistemas hidropónicos donde probaran pepino, lechuga y por supuesto tomate, los tomates que necesitamos, bonitos por dentro y por fuera.
Agradecimientos
Esta iniciativa no hubiera sido posible sin el financiamiento de la provincia occidental de Flanders en Bélgica, asi como de las empresas e instituciones Tomabel, REO- Veiling, ARDO, De Lochting e INAGRO. También, agradecemos el compromiso y dedicación de las seis cooperativas de Jinotega, Sébaco y Matagalpa, de Nicaragua; la prestadora de servicios regional Agroecológico y la Universidad Autónoma de Nicaragua - UNAN. De Honduras, las 6 organizaciones de productores, que son parte del Consorcio Agrocomercial, y la Escuela Agrícola Zamorano. En Guatemala, a la Universidad del Valle, las empresas Fair Fruit, Protecciones Agrícolas, CEIS, RIJK ZWAAN y ocho cooperativas hortícolas con las que trabaja la organización ADISAGUA.