Ahora más que nunca, los consumidores quieren saber de dónde viene su café. Prefieren que sea ética y ambientalmente sostenible y están dispuestos a pagar más por ello. Como resultado, el café con bajas emisiones de carbono se ha convertido en el sueño de muchos productores, como una forma de llegar a mercados de alto valor. La promesa del café certificado como carbono-neutral es aún más ambiciosa y los lleva un paso más hacia el futuro.
Pero el aumento de las temperaturas, el mayor riesgo de plagas y las lluvias impredecibles amenazan este sueño. La ampliación de la frontera agrícola plantea problemas adicionales al aumento de las emisiones de C02: deforestación, agotamiento del agua, pérdida de biodiversidad. Los productores y sus organizaciones se enfrentan a inversiones que aumentan cada año. Tienen que tomar decisiones basándose en la información que tienen a mano.
Cada vez más agricultores están empezando a ver cómo les afecta el cambio climático y ven amenazados sus medios de vida. Reconocen el impacto de su producción en la mitigación y reducción de las emisiones de carbono. Y saben que el futuro de la producción sostenible pasa por abordar áreas críticas del proceso productivo y utilizar sistemas agroforestales.
El proyecto es una apuesta por un producto que tiene una menor huella ambiental y está dirigido a un mercado en crecimiento. Averiguar como:
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Más café, menos CO2 crea un punto de partida en la región Sur Andina para desarrollar estrategias y políticas que permitan un café neutro, cumpliendo con estándares y certificaciones internacionales de prácticas amigables con el medio ambiente.