Hace cinco años, te presentamos a Freddy Mairena en el sitio web y redes sociales de Rikolto. El agricultor es parte de un grupo de jóvenes vinculados a la organización de productores de cacao La Campesina en Nicaragua. Desde 2017, La Campesina participa en un programa de formación que crea oportunidades laborales para jóvenes mediante la adopción de prácticas sostenibles en la producción de cacao. La honesta y amigable sonrisa de Freddy puede encontrarse hoy en las imágenes promocionales del chocolate "Nicaragua" de la marca Boni en las tiendas minoristas del Grupo Colruyt en Bélgica. Aquí está la historia de Freddy ahora: de productor a emprendedor.
Desde su primer encuentro con los sistemas agroforestales en 2017 hasta el proyecto con la cooperativa La Campesina y la Fundación Collibri del Grupo Colruyt y Rikolto, Freddy ha acumulado muchas experiencias. Ha trabajado en temas como agroforestería, emprendimiento juvenil, liderazgo y comunicación.
El empresario de 33 años vive en Manceras, una comunidad a casi 200 kilómetros de la capital de Nicaragua. Allí cultiva una hectárea de cacao orgánico bajo sistemas agroforestales. Abastece a La Campesina.
Desde 2021 produce biofertilizantes y los comercializa con otros agricultores de su zona.
“He visto los beneficios del abono orgánico en mi finca. Antes recibía 15 libras de baba de cacao cada 15 días. Ahora, con el fertilizante orgánico líquido foliar que estoy aplicando, obtengo 50 libras de baba de cacao cada quince días”, dice Freddy.
Freddy dirige una de las ocho biofábricas de fertilizantes orgánicos. La organización de productores los subvencionó para que los productores aumentaran la productividad de las plantaciones de cacao de los alrededores.
Un litro de biofertilizante se vende al precio relativamente bajo de ocho córdobas (0,22 dólares).
Ese precio se implementó con la idea de que otros productores obtengan los beneficios que él mismo obtiene de sus cultivos. Basó su decisión en la experiencia de países como El Salvador, donde un litro cuesta dos dólares y 100 kilogramos de fertilizante químico cuestan 2.000 córdobas (57 dólares).
Con los ingresos de su emprendimiento logra pagar el 20% del costo de la biofábrica a La Campesina, que cuesta 8.000 córdobas (US$ 220,14). "Lo voy pagando poco a poco con lo que vendo", dice. .
"Tengo todos los ingredientes para elaborar estos productos. Los biofertilizantes los preparo con microorganismos de montaña, sémola, melaza, suero, baba de cacao y varios ingredientes más".
Para Freddy la aplicación de biofertilizantes es una experiencia real. "Puedo ver cómo el suelo se reactiva y empieza a crear lechos de microorganismos". Ahora ya no tiene que ir al monte a buscarlos, porque tiene la materia prima en su propia finca.
Es uno de los 32 jóvenes vinculados a la cooperativa La Campesina que se han capacitado en los cursos sobre producción de cacao bajo sistemas agroforestales (SAF).
Dichos cursos se imparten en el Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico (CURLA) Honduras y son organizados por Rikolto a través del proyecto con el Grupo Colruyt y Fundación Collibri.
"Soy el principal promotor de la cooperativa y", dice Freddy. Además de ser un líder, también es el inspector orgánico interno de la organización de agricultores. Freddy empezó a producir 400 litros de biofertilizante líquido al mes. Su objetivo en los próximos meses es implementar paquetes de dos y cuatro litros. Además del biofertilizante líquido, también producirá bokashi (fertilizante orgánico sólido) y abono para utilizar en su granja.
"Tengo la responsabilidad de compartir mis conocimientos sobre el manejo del cacao y la agricultura orgánica, y mi experiencia en la implementación de sistemas agroforestales de cacao y biofábricas. Aumento de la conciencia sobre los beneficios de los biofertilizantes para los agricultores orgánicos (en transición). Con todo el conocimiento que tengo Ahora tengo y lo que estoy implementando, sé que voy a ser un buen productor, ayudando a mi padre y a mi comunidad".
Rikolto, junto con La Campesina y el Grupo Colruyt (a través de la Fundación Collibri) han realizado cuatro cursos de cacao que han mejorado la productividad y las capacidades de sustento de más de 100 jóvenes productores de cacao de organizaciones de agricultores en Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala.
El objetivo final es apoyar a jóvenes productores de cacao para que lideren el desarrollo sostenible del sector cacaotero centroamericano.
Para obtener más información sobre el trabajo de Rikolto en cadenas de valor inclusivas en América Latina, comuníquese con nuestro colega Fausto Rodríguez, director de Cacao para nuestro programa de cacao y café en América Latina.