Como resultado de la pandemia de Covid-19 y varios efectos del cambio climático, la inseguridad alimentaria aumentó drásticamente en Guatemala, Honduras y Nicaragua. Esta problemática exige medidas inmediatas para una producción de alimentos más sostenible y resiliente al clima. En primer lugar, es necesario investigar la situación actual e innovar para encontrar soluciones sostenibles.
En el 2021, la inseguridad alimentaria aguda en Guatemala, Honduras y Nicaragua se ha multiplicado casi por cuatro en los últimos dos años - de 2,2 millones de personas en 2018 a cerca de 8 millones de personas en 2021 - como resultado de la crisis económica provocada por la COVID-19 y años de eventos climáticos extremos.
Casi el 15% de las personas encuestadas por el Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en ingles) en enero del 2021 expresaron que estaban haciendo planes concretos para migrar porque sus casas y cultivos habían sido destruidos, los alimentos se estaban agotando y las oportunidades de empleo estaban disminuyendo.
En una región donde se prevé que la tasa de crecimiento demográfico para 2030 será del 20%, las familias campesinas que alimentan a las ciudades luchan contra la pobreza rural, el cambio climático, la baja producción, la baja competitividad y una fuerte desconexión con los centros de investigación en horticultura para desarrollar innovaciones y para enfrentar estos desafíos.
El proyecto "Innovamos": Cosechando conocimiento en Centroamérica, aborda estos desafíos facilitando la conexión y el desarrollo de soluciones innovadoras entre 21 organizaciones de agricultores y universidades, junto con empresas privadas, proveedores de servicios y ONG vinculadas al sector hortícola, hacia una producción competitiva y sustentable de hortalizas seguras y de alta calidad para Centroamérica.
Todos los actores del sector hortícola desarrollarán y validarán soluciones a problemas específicos de la producción de hortalizas en cada país, teniendo en cuenta el bienestar de los consumidores y agricultores.
El enfoque es facilitar innovaciones a tres niveles: tecnológico, institucional y en la transferencia del conocimiento en espacios multiactores público - privados de los sectores hortícolas de Guatemala, Nicaragua y Honduras, a través de 5 componentes:
1.Co-creación de la innovación institucional
2. Innovación tecnológica
3.Transferencia de tecnologías
4. Sistematización y documentación
5. Comunicación
Beneficiarios directos: 1,200 productores de hortalizas
Agricultores asociados en 21 organizaciones de productores de Honduras, Nicaragua y Guatemala. Con un promedio del 18% de mujeres.
Presupuesto: US$ 132,000 dólares netos
El apoyo financiero y técnico provino de empresas e instituciones de investigación como Tomabel, REO-Veiling, ARDO, De Lochting e INAGRO, así como de la Provincia de Flandes Occidental en Bélgica.
La decisión de trabajar con organizaciones de los tres países ligeramente no se tomó. Rikolto había organizado anteriormente un intercambio muy exitoso entre cooperativas hortícolas de Nicaragua y agricultores de Bélgica.
Inagro, un centro de investigación de empresas agrícolas y hortícolas en Bélgica, es socio de conocimiento de la iniciativa financiada por la provincia de Flandes Occidental en Bélgica. Durante un período de implementación de dos años, que comenzará en 2020, el proyecto tiene como objetivo mejorar los medios de vida de 1.200 pequeños agricultores en Nicaragua, Honduras y Guatemala.