“El cacao es tradición en mi familia. Esta parcela es herencia”, nos cuenta Jessica Granillo, productora de cacao de tercera generación, madre de familia y lideresa comunitaria en la organización La Fortaleza ubicada en Manabí, Ecuador; de la que es socia desde el 2011.
Jessica creció entre cacaotales y siempre se cuestionó por qué, habiendo mujeres en la producción, no había muchas lideresas en su organización. “Creo que la mujer es indispensable en la vida organizativa”, nos comenta. “Desde que comencé a participar activamente de mi base quise ascender. Así podría hacer más cosas e incluir a otras mujeres productoras.” Su motivación la hizo llegar lejos.
En el 2016, Jessica se convirtió en secretaria del Consejo de La Fortaleza. Desde ahí no paró hasta asumir la presidencia en el 2018, labor que continúa hasta hoy. Durante estos años ella ha sido promotora activa del involucramiento de mujeres y jóvenes a nivel de su base y de la Corporación Fortaleza del Valle; empresa que agrupa a organizaciones agrícolas de primer grado, entre ellas la suya
En la Corporación, Rikolto acompañó las apuestas que atrajeron la atención de mujeres y jóvenes quienes, como Jessica, querían una oportunidad para desarrollarse como líderes y conocimiento técnico para ayudar a renovar el negocio. ¿Cómo ve ella su futuro y el de la organización con más mujeres líderes? ¿Cómo se cultiva el liderazgo de mujeres y jóvenes en la Corporación? Te lo contamos a continuación.
“Con inclusión social, económica y organizativa se genera más trabajo para mujeres y jóvenes como yo”, piensa Jessica con base en su experiencia.
En el 2016, Fortaleza del Valle no contaba con jóvenes ni mujeres en sus órganos de decisión, y ambos tipos de asociados eran escasos. Por eso, desde ese año, la Corporación reforzó su oferta formativa y reestructuró sus estatutos en favor de su involucramiento en espacios como la Asamblea. Jessica fue parte de la primera generación de jóvenes que gozó de estos beneficios. “Ser parte de los espacios de decisión fue un gran impulso”, recuerda ella. Luego, ella misma postuló para ser parte del equipo técnico de la Corporación.
Las oportunidades en Fortaleza del Valle crecieron. Se apoyaban emprendimientos, participación en ferias, capacitación en temas de producción, post cosecha y calidad; pero también en temas parlamentarios, comunicación y derechos para nutrir a líderes como Jessica que querían ir más allá de la parcela.
“Me sentí feliz de ser parte de la propuesta, en una organización que estaba abierta a renovarse. (…) Como asociada fui parte de talleres, y hoy los organizo”.
Del 2016 al 2019, Rikolto y Fortaleza del Valle, con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Cooperación Belga promovieron diversas oportunidades para mujeres y jóvenes como Jessica, invitándoles a asumir un rol activo en la organización.
Jessica piensa que una organización integral es clave para cultivar liderazgos en jóvenes y mujeres de la Corporación y de sus bases. Como parte de las acciones que ella impulsa desde el 2019 se encuentra la Escuela de Sistema Alimentario Sostenible de Fortaleza del Valle, iniciativa en alianza con otras tres organizaciones base de la Corporación.
“Queremos formar a los jóvenes y a las mujeres desde muchas perspectivas, no solo sobre el cultivo ecológico. Enseñamos sobre economía política, género, derecho, agroecología, liderazgo, creatividad, finanzas y más. Mi función como lideresa es promover que más personas puedan aprender (…) La escuela me ha permitido unir a más mujeres, hombres y jóvenes en el cultivo responsable y ecológico.”
La Escuela a la que se refiere Jessica es una apuesta organizada por los propios jóvenes y mujeres de la Corporación, que se complementa con la capacitación en temas técnicos diversos gracias al apoyo del programa Maximizando Oportunidades para el Café y el Cacao en Las Américas y la iniciativa Cacao Móvil. Esto da acceso a las y los productores a un set de herramientas tecnológicas (App, plataforma) y contenidos validados con expertos y a nivel internacional (guías, módulos, etc).
Desde el 2019 Rikolto acompaña la ejecución de esta oferta formativa integral gracias al financiamiento de la Cooperación belga y de USDA a través del programa MOCCA que es liderado por Technoserve y Lutheran World Relief. Gracias a ella, productores y productoras de Manabí hoy tienen acceso al entrenamiento en manejo de podas, propagación, manejo de plagas, buenas prácticas en cosecha, certificación orgánica y BPA, manejo de post-cosecha, sistemas agroforestales, empoderamiento y gobernanza.
José Luis Cueva, miembro del equipo Rikolto y gerente del programa MOCCA en Ecuador, explica que hoy en día existen más mujeres y jóvenes en la cadena de valor de Manabí, en Fortaleza del Valle y en sus bases. Ahora hace falta que mujeres y jóvenes como Jessica se especialicen.
“Desde el 2016, las capacitaciones, el impulso a emprendimientos productivos, la participación de jóvenes en espacios de toma de decisiones y su inserción en la estructura organizativa; eran parte del trabajo para atraer a jóvenes, promoviendo liderazgos como el de Jessica", explica Cueva. Así, a partir del 2019, el programa MOCCA trabaja con los jóvenes y mujeres ya integrados al grupo de productores y equipo técnico.
Jessica cuenta que los propios socios se dan cuenta cómo las y los jóvenes están empezando a manejar el cacao de otra manera, empezando por el tema de las podas y los injertos para renovar las plantaciones antiguas. Este reconocimiento es, a la vez, una motivación y una oportunidad para integrar nuevos talentos al trabajo de sus bases:
“Queremos que los chicos logren hacer de eso también un emprendimiento, y que no se vayan. El primer emprendimiento que se hizo es el vivero de cacao antiguo de 70 años, y ahora tienen un vivero de 30 mil plantas. Esperamos que las injerten con el cacao antiguo para recuperar su genética, que es resistente al clima y a las bacterias. (…) Queremos reforzar el sentido de la asociatividad. Asociados ganamos oportunidades.”
La joven es una doble aliada porque es parte de la red de técnicos promotores de las capacitaciones brindadas con Cacao Móvil sobre el manejo de plataformas virtuales (Apps Cacao Móvil y ODK), presupuestos, seguimiento y monitoreo a participantes de los talleres que se brindan para renovar las fincas. En estas capacitaciones, que se mantuvieron en línea debido a pandemia del COVID-19, la mayoría suelen ser mujeres.
“Uno de mis mayores sueños es que los jóvenes se apasionen por mejorar sus fincas. No solo por asegurar su productividad, sino respecto a su tratamiento ambientalmente sostenible. Quiero que sean promotores y agentes de cambio para el resto de los socios. Que traigan nuevas propuestas a otros ámbitos necesarios en las diferentes asociaciones”, comenta Granillo.
En Fortaleza del Valle las nuevas generaciones están inmersas desde el nivel técnico-administrativo hasta la toma de decisiones. José Luis explica que mujeres y jóvenes ya son parte de la Asamblea, directorio de organizaciones de base y equipos técnicos; y considera que viene dándose un proceso de empoderamiento que es potenciado por el proyecto y liderado por jóvenes como Jessica. “La Corporación ha involucrado a jóvenes y mujeres en procesos nacionales, tales como la estructuración del Plan de Mejora Competitiva del Cacao, por invitación del Ministerio de Agricultura y Ganadería. Se ha vuelto un referente para la costa ecuatoriana y el país.”
Con este objetivo, hoy en día, con el apoyo de la Cooperación Belga y del programa MOCCA, Rikolto en Ecuador genera condiciones y facilita el acceso a una formación integral que atrae y fideliza a jóvenes socios productores y productoras como Jessica:
“Mi sueño es que más mujeres jóvenes se unan como socias de Fortaleza del Valle y cultiven su liderazgo y su producción como lo hice yo; para lograr un equipo técnico sólido, de ambos sexos, conformado por jóvenes”.