"Acceso a alimentos asequibles y de calidad para todos, hoy y en el futuro". Esta es nuestra misión y durante esta crisis se hace más relevante pero también más difícil que nunca.
Por eso, en Rikolto queremos poner el foco de atención en todas y todos los héroes que siguen adelante, a veces en circunstancias extremas como la de hoy, para asegurar que tenemos lo que necesitamos. Desde los agricultores hasta los que distribuyen, procesan y transportan los alimentos, a cualquiera que trabaje e innove para poner comida sana y sabrosa en la mesa para las niñas y niños, los ancianos, y los que temporalmente no pueden hacerlo por sí mismos.
Estos son los héroes de la alimentación, los #FoodHeroes que en todo el mundo son responsables de la comida que ponemos en nuestro plato. Y muchos continúan trabajando junto a nuestros colegas de Rikolto en todo el mundo para que los sistemas alimentarios signifiquen bienestar para el planeta y las personas en el presente y el futuro.
Conoce sus historias a continuación...
Dos meses después del inicio de la cuarentena en Perú, Pangoa está operando casi al 100%, con protocolos implementados, contratos de exportación cerrados y perspectivas de aumentar su apuesta en el mercado local, gracias al trabajo de comités, juntas directivas y jóvenes miembros de la cooperativa. ¿Cómo lo lograron?
“Tenemos un comité contra el Covid. Reunimos información sobre la salud de socios y socias, pero sabemos cómo actuar en caso alguien contraiga la enfermedad. Coordinamos con el hospital, promotores de salud, ronderos; garantizando el bienestar de las familias.” Esperanza Dionisio, gerente de la cooperativa, agrega que a gracias a esto los clientes no solo renovaron sus contratos de exportación, sino que también enviaron fondos adicionales para fortalecer las acciones contra la pandemia.
“A las familias les llevamos alimentos que no pueden producirse en las fincas (aceite, leche, azúcar, fideos, conservas) para que completen la campaña de cosecha sin salir de su chacra. Ponemos a su disposición transporte para el acopio. Los comités zonales pueden ayudar a los socios a verificar si son beneficiarios de los bonos del Estado, evitando que acudan a los bancos (principales focos de contagio) de no ser estrictamente necesario. Elaboramos los protocolos de seguridad para prevenir contagios durante nuestros procesos de acopio, así como las recomendaciones para las familias."
Rikolto colabora con Pangoa desde el 2014 para fortalecer a la organización profesional y a su sistema de líderes. Por un lado, garantizando la incorporación de comités en la vida orgánica de la institución y mejorando la Escuela de Líderes, pero también desarrollando nuevas capacidades en los jóvenes que han de tomar las riendas del negocio, lo cual hoy es la base de la respuesta de la cooperativa ante la pandemia. Gracias a esto, en una época de incertidumbre para muchas organizaciones productoras que exportan, Pangoa valora la oportunidad que se genera respecto al consumo local y ha decidido ampliar esa apuesta.
“Hoy el 5% de nuestros ingresos de debe a la venta de maquila, chocolates, polvo de cacao, manteca de cacao, café tostado, licores y miel de abeja.” Estos productos elaborados por las nuevas generaciones de hijos de socios, formadas en barismo, producción de chocolate y derivados, tendrán la oportunidad de promocionar sus productos en la próxima edición online del Salón del Cacao y Chocolate. El interés de los jóvenes en el negocio ha garantizado su regreso al campo y la diversificación de ingresos en un escenario post-Covid. “Por eso en Pangoa no se venden tierras” nos confirma Esperanza, segura de que las bases construidas por generaciones de líderes y jóvenes son hoy su mejor defensa contra la pandemia.
"La idea me vino de un amigo que al tratar de comprar productos frescos pasaba hasta 3 horas para encontrar la calidad, el precio y el volumen que necesitaba, para cuando tenía toda la información alguien más lo había comprado", dice Álvaro Ramírez, fundador de eHarvestHub.
"Por eso creamos eHarvestHub, una plataforma en línea donde los agricultores pueden vender directamente a los minoristas sin intermediarios. Puedes hacer tu pedido, saber de dónde viene el producto, su calidad y volumen. La plataforma se encarga de completar el volumen a través de varios productores, lo que permite que los pequeños agricultores siempre puedan participar en la venta”, agrega Alvaro.
Rikolto ha contribuido con el proyecto piloto de eHarvestHub con Walmart y 4 cooperativas de hortalizas en Nicaragua que incluyen a los socios de Rikolto: Coosempoda y Coosmprojin.
“Con este proyecto estamos garantizando la trazabilidad completa de los productos hortícolas, el supermercado o clientes mayoristas podrán realizar sus compras en línea, ver el recorrido de los productos “en vivo” desde el centro de acopio hasta la entrega, de manera que el cliente tenga una idea clara sobre la calidad y origen de los productos."
Debido a la crisis de Covid-19, las ventas de verduras han caído y la preocupación de los consumidores por el origen de sus alimentos ha aumentado.
En Nicaragua no se han decretado medidas de aislamiento social ni cuarentenas, no obstante, los agricultores han dado un paso adelante en conjunto con eHarvestHub y Rikolto para crear Naju.io, donde los consumidores pueden acceder directamente a los productores que siguen las normas de inocuidad alimentaria y los protocolos de prevención de Covid-19. Además, ¡de recibir sus productos en casa!
De esta manera, los agricultores estarán preparados con otra alternativa de mercado en caso de que declaren una cuarentena nacional.
Mayo es un mes clave para las cooperativas cafetaleras de Cajamarca (Perú). Según sus proyecciones, por estas fechas se definen muchos contratos (incluso envíos) con clientes internacionales. Mientras antes se concreten las ventas, más rápidamente podrán recuperar la inversión de la campaña anual de cosecha, pero también acceder a líneas de crédito para iniciar un nuevo ciclo. Sin embargo, el Covid-19 hizo su aparición. Desde marzo, la incertidumbre se hizo sentir entre productores y compradores. A raíz del estado de emergencia, nuestro socio Aprocassi (con operaciones en la zona) encontró un nuevo reto: recuperar la confianza de sus principales públicos, a la distancia.
Impedidos de hacer visitas a campo, el equipo de la cooperativa puso en marcha un plan de comunicación integral. “Llamamos a cada uno de los más de 500 productores para informarles de las decisiones y perspectivas de la cooperativa ante la crisis. Chequeamos su estado de salud, absolvemos sus dudas. Estamos coordinando una movilidad para que apoye en el recojo del café en las bases pues su consulta más frecuente es "¿voy a poder vender mi café?’”, cuenta Paulo Lachira, comunicador de Aprocassi, y miembro del equipo de jóvenes que implementa la estrategia con productores y clientes. Dirigirse a ellos y escucharlos es clave para continuar adaptando procesos que lleven al éxito del negocio en circunstancias extraordinarias.
“Nuestros clientes conocen los retos y protocolos asumidos", explica Paulo. Los compradores de café reconocen que se mitigan los riesgos para la cadena si se tienen proveedores profesionales. "Los datos del acopio no varían sustancialmente con lo logrado el año pasado, pero es importante comunicarlo para darles la seguridad de que haremos una entrega completa, de calidad y oportuna, y así mantener la relación”, comenta agregando que varios clientes son también socios para las iniciativas ambientales que se promueven. Gracias a los esfuerzos de trazabilidad, información oportuna y transparente con los clientes, bajo el lema "Coronavirus cero"en medio de la pandemia la cooperativa ha logrado renovar sus contratos por un valor del 60% de su volumen de exportación, asegurando la fuente de ingresos para sus asociados.
La comunicación se volvió un importante componente para la gestión de Aprocassi, y su estrategia de profesionalización, desde que hace tres años ayudó a dar un giro a la crisis social que enfrentaba el equipo. Hoy, la comunicación vuelve a jugar un rol fundamental reforzando la confianza que productores y clientes tienen en la organización.
A solo dos meses de su llegada a Perú, el impacto del coronavirus en las fincas cafetaleras es claro. En Cajamarca, el equipo de la cooperativa La Prosperidad de Chirinos (socia de Rikolto en la zona) calcula que la declaración del estado de emergencia ha influenciado en la pérdida de hasta un 30% de mano de obra en fechas clave de la cosecha.
La respuesta no se hizo esperar. “Los productores han asumido el reto en la presente campaña practicando la solidaridad. Ha vuelto la minga”, explican en una frase, refiriéndose a la tradición andina-campesina del trabajo en colectivo.
Pero el secreto del negocio va más allá de la solidaridad, el trabajo en equipo e incluso del compromiso de los clientes. “En medio de la crisis, contamos también con el aporte de nuestros asociados para seguir operando. Se ha impulsado una cultura del ahorro, la que hoy nos permite tener solvencia en la organización”, explica Michael Montalván, Gerente general de Chirinos. Este es el perfecto ejemplo de cómo los miembros de la cooperativa “viven los valores” para superar una amenaza hacia el colectivo.
Para mitigar el efecto de la crisis del coronavirus en la economía de las familias, La Prosperidad de Chirinos dispuso este año que las y los productores mayores de 60 años pudieran retirar hasta un 50% del fondo de los aportes que vienen brindando a la cooperativa como parte de un fondo previsional. “El monto por productor varía, desde los 500 dólares, e incluso alcanzar los 3,000 dólares”, añade.
Este salvavidas se suma a otros que ya formaban parte de la práctica anual de la cooperativa. El Consejo Directivo decidió la distribución anticipada de un 80% de remanentes del ejercicio anual 2019 (aproximadamente 700 mil dólares) distribuidos en el mes de abril a todos los asociados, lo que les permite poder hacer frente a la pandemia.
Igualmente, se practica el reconocimiento al esfuerzo de los productores para obtener un café especial por medio de la entrega de bonos de calidad (una inversión aproximada de 145 mil dólares) que se otorgan al final de la cosecha a cada productor dependiendo de la calidad en taza del café entregado (montos que pueden variar desde 200 dólares e incluso alcanzar los 1,500 dólares por productor). “Incentivar los cafés especiales es una política de la cooperativa, y una forma que los asociados gocen de sus beneficios y puedan reinvertir en sus parcelas y mejorar su calidad de vida”. Señala Michael, añadiendo que esto es parte de la cultura cooperativa que promueven. “Es muy importante que en esta coyuntura la ayuda llegue al productor.”
¿Cómo hacemos del café peruano el mejor de la región?
“En una plática en WhatsApp sobre que íbamos a tener de almuerzo alguien preguntó: ¿y las personas que no tienen acceso a alimentos debido a la crisis? Ese fue un llamado de atención”, dice Walter Pereira, técnico de la Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (FUNDER) de Marcala, Honduras.
De acuerdo al Programa Mundial de Alimentos a causa del COVID 19 en este país se ha reducido el 51% del empleo actual y la falta de dinero limita la obtención de alimentos.
Se calcula que el 37% tiene acceso a los alimentos a través del crédito, lo que provoca el endeudamiento de la población y limita su capacidad de respuesta a la crisis.
Así surgió la idea, Walter se unió con un grupo de amigos entre ellos agricultores y familia para convocar la recolección de alimentos para la población más vulnerable del departamento. "En nuestra segunda recolección recibimos 1,800 libras de tomate donados por la empresa de agricultores Vegetales Lenca y en total hemos beneficiado a 90 familias de Márcala y alrededores con vegetales frescos a pesar de la cuarentena obligatoria que enfrenta el país”, dice Walter que aclara que la convocatoria para la recolección de alimentos se mantiene a través de las redes sociales.
Vegetales Lenca es una de las organizaciones de agricultores parte del Consorcio Agrocomercial (500 agricultores) quienes siguen vendiendo sus productos al supermercado aunque en cuotas más pequeñas. Y continúan comercializando su producción en sus respectivas comunidades. Junto a Rikolto están impulsando el proyecto “Invernaderos de esperanza”, donde agricultores familiares están innovando en la producción de lechugas, tomates y pepinos utilizando la hidropónia con fondos de la Unión Europea y el Gobierno de Honduras a través de su Unidad Técnica de Seguridad Alimentaria y Nutricional (UTSAN).
El estado de emergencia en Quito, Ecuador puso en aprietos a muchas familias campesinas que trasladaban regularmente alimentos del campo a la ciudad. En poco tiempo el transporte fue limitado y espacios como las ferias de productores fueron cerrados para evitar focos de contagio.
Ello volvió esencial la unión entre organizaciones profesionales de productores y ciudadanos para impulsar redes alternativas de alimentos durante la crisis. Redes que hoy abastecen zonas vulnerables de Quito con las llamadas "canastas agro ecológicas".
Se trata de un paquete de productos de temporada que aseguran ingresos a los productores y un abastecimiento continuo de alimentos saludables, a un precio asequible, para familias del sur de Quito.
“Quince dólares es lo que una familia del sur gasta semanalmente en alimentos. Esto cuestan las canastas," nos cuenta Roberto Guerrero, coordinador del Sistema de Distribución de Alimentos Sanos Madre Tierra, promovido por la Cooperativa Sur-Siendo Redes y Sabores, una organización de consumidores del sur de Quito que, en alianza con pequeños productores, impulsaba las ferias agro ecológicas ubicadas en esa zona de la ciudad, hoy paralizadas por el COVID-19.
Roberto aclara que son precios acordados en asamblea con productores y consumidores. La importancia de una visión que impulse la cooperación entre consumidores y productores es hoy más clara que nunca: "Lo que hacemos hoy con la agroecología es asegurar la producción y alimentación del futuro. Si no se piensa en circuitos cortos y en fortalecer procesos autónomos bajo condiciones cotidianas, no vamos a poder hacerlo durante una emergencia. Hay que mirarlo más profesionalmente."
Ante la posibilidad de eliminar uno de los principales canales de venta de alimentos saludables en el sur de la ciudad, y fuente de sustento de familias campesinas, la cooperativa decidió echar a andar una idea que venían madurando hace tiempo: las canastas agroecológicas.
“Pensamos que no se puede excluir del consumo a los sectores más vulnerables, por eso nos organizamos para proveer con alimentos sanos y soberanos, a un precio accesible". Desde este año, esa visión impulsa la alianza entre la cooperativa y Rikolto, que es parte de una estrategia de articulación de iniciativas alimentarias, más necesarias hoy que nunca para las familias de Ecuador.
Las universidades tienen un rol importante para la prevención ante la pandemia actual no dirigir sus clases en línea. En Honduras por ejemplo, el Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico (CURLA) ubicado en La Ceiba esta entregando alimentos en el Hogar de Ancianos Divina Providencia, el Hospital General Atlántida y en la colonia Los Laureles” nos comparte Olivia Brizuela representante de este centro de estudios.
Al menos 190 hogares serán beneficiados. El objetivo de la donación es mitigar el impacto de la crisis por abastecimiento de los alimentos principales. También, están facilitando maquinarias pesadas para facilitar la limpieza de las calles en las ciudades como medida de prevención del COVID19.
Con el CURLA, Rikolto ha coordinado la elaboración de tres diplomados para la producción de cacao bajo sistemas agroforestales con jóvenes cacaoteros de Nicaragua, Honduras y Guatemala. Estos cursos se realizan con el apoyo de Fundación Colibri del Grupo Colruyt de Bélgica.
“Como el sector educativo no ha parado las clases, necesitamos que la niñez también este informada para tomar medidas preventivas ante el COVID 19 desde su casa y en la escuela, por eso visitamos colegios, les llevamos información y elaboramos murales educativos con las niñas y niños. Algunos se los llevaron para promoverlos en su barrio”, dice Ana Herrera de la Asociación Infantil Tuktan Sirpi.
La asociación promueve la educación medioambiental con la niñez, y también trabajan con jóvenes en el reciclaje de basura y otros desperdicios. Con esta labor educativa participan activamente en la plataforma multiactor MASLAGO que facilita Rikolto en el departamento de Jinotega. Aquí se localiza el lago Apanas, área donde se produce el 60% de los vegetales de consumo en nacional en Nicaragua que se encuentra en peligro de desaparecer debido a la contaminación y la sedimentación.
En este país centroamericano no se han parado las actividades económicas ni sociales, por lo que los agricultores y todo el sector alimentario continua operando.
MASLAGO es un espacio que promueve el cambio en las prácticas productivas para disminuir la sedimentación y contaminación del lago. Promueven campañas de recolección de envases de agroquímicos y residuos sólidos para salvar una de las principales fuentes de agua para la agricultura y diversas actividades económicas.